1. Dos hembras calientes


    Fecha: 03/03/2018, Categorías: Bisexuales Autor: NIKOLSSON, Fuente: CuentoRelatos

    ... vaginales provocaron que mi polla estallara con espasmos que escupían mi leche en su coño, que quedó a rebosar de semen, mientras ella seguí viniéndose en un rosario de orgasmos sin parar.
    
    El resto de sus vacaciones disfrutamos de sexo sin control, aprovechando las ausencias de su madre, encoñada con el chulo de turno. Sofía, así se llamaba, se había hecho adicta a mi polla y no podía pasar un día sin recibir su ración. A mí me pasaba lo mismo con su coño.
    
    Una noche, que su madre avisó tenía un compromiso y llegaría tarde, estábamos enfangados en nuestra sesión de sexo, cuando apareció antes de lo previsto, pillándonos en nuestra cama fornicando. La nena andaba de amazona cabalgando sobre mi polla, cuando la vieja zorra entró y empezó a dar gritos al vernos. Me llamó pervertido, cabrón, hijo puta, y otros improperios que no puedo reproducir. Cuando se le acabó el repertorio de insultos la agarré de un brazo y la tumbé en la cama, la abrí de piernas con fuerza mientras ella se resistía y gritaba, la dominé, le saqué el tanga de un tirón y se la metí, aun la tenía dura y entró con fuerza excitado aún más por la situación.
    
    El coño lo traía follado de su nuevo macho, así que estaba bien lubricado y entro hasta el fondo. No tardó en aplacarse la puta con la polla dentro y empezó a moverse para disfrutarla. La nena viendo la escena, se excitó más y empezó a machacar su clítoris, sin poder aguantarse se sentó en la boca de su madre que no tardó en darle lengua. Se ...
    ... corrieron las dos, una con lengua y otra con mi polla. Cambie la posición poniendo a Sofía en cuatro frente al chocho de Aurelia, encharcado de líquidos. Cogiéndola del pelo la amorré contra aquel chochazo usado por mil vergas, mientras se la metía por detrás. Los tres nos lanzamos a un sexo salvaje, gemían las putitas, jadeaba yo llamándolas zorras y guarras, hasta que nos corrimos en medio de jadeos, sudor, líquidos y palabras obscenas. Caímos rendidos y dormimos en la misma cama.
    
    Cuando despertamos Aurelia empezó de nuevo a dar el coñazo, insultándome por haber follado a su hija; no había manera de que aceptara la situación y la disfrutara, tan insoportable se puso que hice las maletas y me fui a mi casa.
    
    No tardó Sofía en llamarme, preocupada por la situación creada y seguramente por temor a quedarse sin polvo. Los días que restaban de sus vacaciones, venía a mi casa por las tardes y se iba con sus expectativas bien cumplidas, la nena tenía el vicio en el cuerpo por naturaleza.
    
    Cuando regresó a Inglaterra al inicio de curso, seguimos en contacto y en alguna ocasión iba a visitarla y nos encamábamos en la habitación del hotel todo el fin de semana. Pronto empezó una relación formal con un chico y evité seguir visitándola para no entorpecer su noviazgo. Cuando venía de vacaciones no dejaba de visitarme y follábamos sin descanso. A medida que pasaba el tiempo estaba más buena, se había convertido en una hembra espectacular, habían aumentado sus tetas, el coño más sabroso, y ...