Esposa sumisa (Parte II): El médico maduro me lleva a casa
Fecha: 09/03/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Omar67, Fuente: CuentoRelatos
Resulta que después de casi un mes de nuestro primer encuentro en la sala de pediatría, ya no había vuelto a verlo hasta esa noche que me comentaron que el fin de semana le harían una cena de despedida ya que se retiraba después de 20 años de servicio.
Yo estaba como siempre en mi puesto de Pediatría atendiendo un bebe recién nacido, el cual tenía complicaciones, por lo que mande llamar al médico de guardia; pues para mi desgracia voy viendo que mandaron al Doctor Guardiola, yo solo me quede estática y toda temerosa cuando lo vi entrar. Qué bueno que solo se dirigió directamente a atender al bebe, yo lo estuve apoyando en lo que me pidiera, estuvimos como cerca de 1 hora haciendo nuestro trabajo en forma callada, eran ya casi las 3:00 a.m. y a mí me estaba una pesadez y tenía ganas de sentarme un rato y descansar. Como que el doctor lo noto, porque nomas terminamos y fue y me trajo una taza de café y me invito a la cafetería, yo accedí ya que se había portado muy caballeroso en todo momento. Cuando íbamos hacia la cafetería note que estaba todo muy solo y sentí escalofríos de pensar que estaría a solas con él, pero pensé que si seguía portándose igual de caballeroso no habría nada que temer.
Nos sentamos y él se sentó muy cerca de mí, recuerdo muy bien la plática que tuvimos:
—Amy te portaste muy bien en el trabajo y me gusto tu manera de hacer las cosas.
—Gracias Doctor es usted muy amable.
—Sabes que tienes unas manos muy suaves, te las toque varias veces y ...
... me gusto sentirlas tan ricas —Y me tomo las dos manos entre las suyas, las sentí enormes que hasta me estremecí— Que te pasa Amy? Por qué te pones nerviosa?
—No estoy nerviosa lo que pasa es que estoy un poco adolorida del trabajo. —No debí haber dicho esto, ya que de inmediato se paró detrás de mi silla.
—Te daré un poco de masaje en los hombros veras que soy bueno para esto y te sentirás un poco mejor. —Y de repente ya tenía sus manotas en mis hombros.
—Doctor que hace? por favor quíteme sus manos de encima, puede entrar alguien y la gente es muy mal pensada.
—No te apures chiquita, a estas horas no hay nadie seguramente estaremos solitos un buen rato, así que relájate y deja que te haga este favorcito. —Y siguió sobándome mis hombros y brazos. La verdad yo sentía mucho alivio y cerré los ojos y me deje llevar. Cuando de repente ya sus manos estaban en mi cuello y su boca muy cerca de mi oído izquierdo.
—Doctor por favor, déjeme no se propase, usted bien sabe que soy una mujer respetuosa así que deténgase por favor.
—Amy déjate llevar mamita, estoy seguro que te está gustando ya que siento que te estremeces y hasta escalofríos te da —de repente se me acerca mucho más y me dice al oído "mmm que rico hueles chiquita, me encanta ese perfume que traes y me da un beso en el cuello".
—Aaahhh Doctor —se me salió un suspiro— ya aléjese de mí no me haga eso por lo que más quiera ya suélteme —yo me sentía tan extraña pero a la vez sentía cosquillas en el estómago, ...