Laura y su ama (Capítulo 5) - Relatos Eróticos

Laura y su ama (Capítulo 5)

Durante la noche al ama se le ocurrió la grandiosa idea de montar un nuevo negocio, pero este siendo de un giro muy distinto, este negocio sería de renta de meseras y chicas baño para fiestas privadas a domicilio. A la mañana siguiente el ama reunió a todas las perras y a cada una les dio la tarea de que cada una de ellas debía conseguir 25 chicas sumisas, para terminar, siendo un total de 100 perras, ellas como toda buena perra, acataron la orden sin preguntar el porqué, esa mañana todas se dieron a la tarea de búsqueda; ya que ese día la tienda cerraba.

El ama se dio a la tarea de crear una página en Facebook para anunciar su nuevo negocio y los servicios que se ofrecerían a la brevedad. En esta página especificaría el tiempo de antelación con el que se debía solicitar el servicio, ese tiempo era de 24 horas antes del evento, así como también se especifica el tiempo mínimo de horas a contratar por mesera.

Las meseras se rentan por un mínimo de 12 horas y la renta es por hora, así como también las chicas que servirían como retretes, esto significa que, si algún invitado necesita ir hasta el baño, bastará con ordenar a la chica retrete para que abra la boca y trague lo que deba salir.

Las meseras usarían vestidos diminutos de sirvienta francesa, pero sin poder usar lencería, esto con la finalidad de que si los invitados de la reunión deseaban tocar la mercancía bastaría estirar la mano y palpar y así verificar la calidad de lo que se rentaba por si en algún ...

... futuro deseaban pedir el servicio de meseras a domicilio.

Por otra parte, las chicas retrete debían permanecer desnudas en su totalidad durante el tiempo de la reunión, esto con la finalidad de que, si al tragar llegaran a derramar algo, bastaría limpiarse y poder así seguir con su desempeño.

Cuando el ama terminaba de crear la página en Facebook, empezaron a llegar las perras con la nueva mercancía, al llegar las perras se arrodillaron a los pies de su majestad y con la mirada baja dijeron que habían traído la mercancía dispuesta por su ama y señora. La dueña ordenó a sus mascotas se retirasen a cumplir con el aseo de su residencia. Las perras asintieron diciendo si majestad, usted manda y nosotras obedecemos en el acto.

Mientras las perras se enfilaron para asear la residencia de su ama y señora, su majestad hizo un ademán para que las nuevas chicas se acercaran y las examinara. Las chicas estaban congeladas de miedo, ya que no sabían el motivo por el que las habían llevado a la fuerza. El ama dijo a callar perras y entérense de una vez porque fueron traídas, y pongan atención porque no acostumbro repetir dos veces las cosas, ¿si les queda claro? Las chicas temerosas solo se atrevieron a responder “si señora”. El ama dijo para empezar arrodíllense, aquí la única con derecho a estar de pie soy yo, ustedes sin duda son inferiores, por lo que solo tienen derecho a trabajar para mi gratis, estar en el suelo y obedecer.

Serán entrenadas para servir como meseras o baños ...