1. El mejor masajista


    Fecha: 16/03/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: giacomo319, Fuente: CuentoRelatos

    Adoro los videos porno en que el masajista comienza a excitar a su cliente y se desata una ola de pasión, mamadas, cogidas y mucha leche. Así fue como hace diez años llamé a un masajista, era un domingo y llegó alrededor de las 7:00 PM a un loft en el que vivía en ese tiempo, lo vi muy profesional, venía vestido como un médico, con su gran portafolio, su mesa de masaje. Me confundí, hay masajistas que dan un masaje profesional y otros que te hacen gozar de un final feliz y a veces, muy pero muy feliz. Por su apariencia pensé que sería un profesional y, tristemente que no habría sexo, por lo que me decidí a disfrutar de un relajante masaje, que buena falta me hacía. Sentir las manos de un hombre fuerte, me excitaba, ya después completaría mi satisfacción con Manuela...
    
    Él me había pedido, cuando lo llamé para concertar la cita, que me diera un buen baño por lo menos media hora antes de su llegada, cuando llegó me encontraba muy limpio, en bata de baño y mis calzoncillos. Entró, desplegó frente a la cama su mesa de masaje y puso una sábana sobre la misma, me preguntó por un sitio donde pudiera cambiarse por ropa más cómoda para realizar su trabajo, lo invite a que con confianza entrara al baño, agradeciendo el gesto, me indicó que me quitara la ropa y me recostara para relajarme en la mesa de masaje, a lo que obedecí como buen paciente. Salió del baño con unos pants y una camiseta blanca, aunque menos profesional que el traje de médico, aún seguía aparentando ser un ...
    ... maestro del masaje.
    
    Estaba yo boca abajo, en esa posición tan cómoda que brinda tener tu cuello recto apoyando tu cara en la cavidad de una mesa de masaje, él tomó su aceite, lo escuché frotar sus manos y comenzó a masajear mi espalda... que manos, que forma de relajar y hacer sentir bien al cuerpo. La espalda, el cuello, la cabeza, las piernas, todo mi cuerpo fue consentido de una forma espectacular, estaba tan relajado que mi únicas dos trampas fueron: levantar un poco mi cabeza cuando él estaba justo frente a mi, estirando sus brazos para tallar sus manos largamente desde mis hombros hasta mis nalgas, notando que se había puesto los pants sin calzones y, que le excitaba su trabajo, por debajo de la ropa, se dejaba ver la silueta de un pene grande, a medio pelo y con una deliciosa cabeza (pensé, bueno, a mi tal vez me excitaría algo este trabajo); mi otra trampa era que, al pasar su dedo suavemente por mi año, yo levantaba las nalgas un poco más para mostrarle mi intención de obtener una más sexual atención después del masaje. Puede haber sido más atrevido, pero el masaje era tan bueno, que no quería que terminara.
    
    En su anuncio, mencionaba que el masaje era erótico, y si, tocaba mis partes en forma que nadie lo había hecho, delicioso. Como ya comenté, levantaba mis nalguitas cuando me tocaba el culo, y los huevitos, nunca hizo ningún gesto o sugerencia que indicara que quisiera sexo. Bueno, pues terminó con mi parte posterior y me pidió que me volteara, el masaje fue ...
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