Extorsión a una mujer casada (Parte 03)
Fecha: 12/07/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Stoner, Fuente: CuentoRelatos
A la semana siguiente arreglamos otro encuentro a solas con Victoria, la mamá de nuestro amigo Pablo. Mi amigo Héctor fue el encargado de organizarlo, por lo que habló por teléfono con ella y me contó que la señora se había negado terminantemente y hasta había llegado a amenazarnos con contarle lo sucedido a Luis, su esposo, estando dispuesta inclusive a soportar las consecuencias. Pero al día siguiente de la áspera conversación, Héctor le hizo llegar el video que grabara en nuestro último encuentro y le advirtió que si persistía en su negativa se lo haría llegar a su marido y a la escuela donde concurríamos con su hijo.
- Terminó aflojando. Me pidió, llorando, que no le muestre a nadie la grabación – me contó mi amigo mientras íbamos a la casa de la señora -, y que haría lo que le pidiésemos.
Recordé el contenido del video y se me aceleraron las pulsaciones cardíacas. Su caliente contenido, debidamente editado como lo hizo Héctor, resultaría por lo menos difícil de explicar. Me había pajeado varias veces viéndolo, y era un material de lo más caliente.
Llegamos a la puerta de la casa de Pablo, tocamos el timbre y aguardamos. Escuchamos unos pasos tras la puerta y esta se abrió. Del otro lado, Victoria nos observó por un momento y bajó su cabeza, turbada. Entramos y nos dirigimos al comedor. Por supuesto, su hijo Pablo estaba en la casa de su tía Florencia pasando la tarde y llegaría recién a la noche.
La señora llevaba puesto un short de jeans que dejaba ver sus ...
... carnosas y bien torneadas piernas al descubierto y una musculosa blanca cortada por la mitad, convertida en un casero y sugerente top que abultaban sus gordas tetazas.
Nos sentamos en el sillón del comedor. Victoria ingresó y se paró junto al modular. Evitaba mirarnos. Su expresión era una mezcla de desagrado, temor y vergüenza.
- ¿No nos ofreces nada para tomar? – preguntó Héctor con una cínica sonrisa.
Victoria avanzó y se detuvo frente a nosotros.
- ¿Qué quieren tomar? – preguntó con un hilo de voz.
- Cerveza bien fría, Vicky.
Cuando la señora se dirigía a la cocina, Héctor la llamó. Victoria se dio vuelta. Su mirada reflejaba temor. Entonces Héctor le dijo:
- Nos vas a atender como corresponde, Vicky. Sacate toda la ropa.
Victoria agachó su cabeza y mordió sus labios en señal de impotencia. Luego de un instante que me pareció eterno, se quitó la musculosa y quedó con las tetas al aire puesto que no llevaba corpiño. Luego desabrochó su pantaloncito y se lo bajó hasta los tobillos, sacándoselo. Llevaba una bombacha oscura estampada.
- La bombacha también, Vicky – ordenó mi amigo.
La señora cerró sus ojos por un momento, humillada, y se quitó la bombacha quedándose solo con los zapatos puestos. Confirmé una vez más que se trataba de una exuberante y preciosa mujer. Vaya premio que había ligado el imbécil de su marido. Entonces Héctor se puso de pie, abrió su inseparable bolso y extrajo un collar de perro color negro y una fina cadena que oficiaba ...