1. El maestro de obras


    Fecha: 20/03/2018, Categorías: Infidelidad Autor: mamacitahot, Fuente: CuentoRelatos

    ... vaginales, yo no aguantaba más y llegué a mi segundo orgasmo, esta vez no grité como la vez anterior, pero tomé su cabeza con mis manos y la hundí en mi sexo.
    
    Metió su lengua muy adentro de mi sexo y siguió chupando mi clítoris, recorría lentamente de mi clítoris hacia mi culo pasando por ese puente que los separa a ambos, yo sentía morir de tanto placer que me estaba dando ese hombre tan rudo y yo le pedía que lo hiciera un poco más rápido, para poder llegar a mi tercer orgasmo, mi clítoris se encontraba totalmente hinchado, y cada vez que él chupaba yo me retorcía de placer, mi sexo se encontraba totalmente mojado, llegó a meter la puta de su lengua en mi culito, eso fue lo que originó mi siguiente orgasmo, acompañado de un gemido, apreté mis piernas aprisionando su cabeza contra mi sexo, le jalé de los cabellos, gritaba de pasión, lo empujé hacia arriba para que quedara encima de mí y separé mis piernas para que pudiera penetrarme, pero él sabía muy bien lo que hacía y entonces comenzó a pasar su pene por encima de mi vagina rozándola suavemente, mi desesperación por sentirlo dentro de mí era tanta que entonces le di vuelta quedando ahora yo encima, y me senté sobre él, dejando que su verga se metiera completamente dentro de mí, sentí un alivio tal al sentir que ya tenía ese miembro cogiéndome y luego de cabalgar un rato mientras su pene entraba y salía de mi cuerpo y sus manos amasaban mis pechos, de momento acariciaba mis pecho con una mano y con la otra se dedicaba a ...
    ... acariciarme las nalgas, cuando me percaté un dedo de su mano estaba abriéndose camino por mi culito, eso fue el clímax total, pude sentir como los dos terminaríamos al mismo tiempo nuestros orgasmos.
    
    Nos quedamos tendidos un rato sobre la colchoneta, habíamos estado casi una hora y media teniendo sexo exquisito, y él todavía tenía que regresar a su casa, así que nos levantamos, nos acariciamos, me contempló de pies a cabeza, nuevamente nos besamos y acariciamos, se notaba que él no quería retirarse hasta que comprendió que era hora de irse, y que desde luego podríamos volvernos a tener en un futuro no muy lejano, pues la obra de construcción continuaría, así que nos vestimos, dándome de vez en cuando una agarradita de pompis, o de panochita mientras yo me ponía mi falda y mi blusa, claro estaba que le había gustado demasiado, pero ya habría tiempo de sobra para podernos gozar nuevamente, así que lo acompañé a la puerta, esta vez la despedida fue un simple beso en la mejilla, señal más que suficiente para que él comprendiera que eso significaba que lo nuestro no había acabado ahí.
    
    Luego que él se fue, me metí a la ducha para luego ir a dormir al lado de mi esposo, cual sería mi sorpresa de encontrármelo a él con la verga completamente parada y casi en sus cinco sentidos y completamente despierto, de inmediato comprendí que fingir la borrachera había sido sólo una treta para que me quedara con nuestro maestro estrella a solas y ocurriera lo que debía ocurrir, él me contó ...
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