1. Nuestra amiga argentina y el pendejo (06)


    Fecha: 20/03/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: dantraloco, Fuente: CuentoRelatos

    ... me siento en la cama, apoyando la espalda en la pared y mis pies sobre la cama, dejando mi conchita a la vista de todos, ¿me explico? Y me empiezo a tocar, siempre mirándolos ¡ni yo podía creer lo que hacía!
    
    Me empiezo a acariciar la conchita, las miradas de los chicos, era inexplicable, me la acaricio, junto con mis piernas, ya estaba muy mojada (siempre tuve la fantasía de hacer algo así), sola, casi sin darme cuenta de la calentura que tenía me empiezo a meter un dedo, me lo metía, me lo sacaba, ya estaba muy caliente, los chicos se empiezan a poner en bolas, ¡eso me calentó! Ver esas tres pijas hermosas paradas y que iban a ser todas ¡para mí!
    
    Sigo así, ya estaba muy caliente, y había perdido el control de lo que podía pasar, se acercan y me empiezan a tocar, uno las tetas, otro las piernas otro la panza y yo masturbándome mientras tenía todas esas manitos que me tocaban, me acariciaban y me hacían erizar todo mi cuerpo, sentir tantas caricias juntas, porque eran solo caricias lo que me hacían, era hacerme sentir que me tocaban dulcemente, suavemente, me gustaba, me dejaba, cada vez gemía más, y más, como aprobando lo que hacían y dejando que me tocaran, ya mi cuerpo era de ellos, ¡yo no respondía por él!, hasta que terminé acabando como una loca, y me quede más caliente, más caliente y con ganas de pija.
    
    Ni bien acabé, ya estaba, como les dije, como loca, como en otro mundo sin que nada me importe, ¿me explico? En la misma posición que estaba, le agarro la pija ...
    ... a uno de los amigos de Martín, el que estaba más cerca y se la empiezo a chupar (yo siempre la empiezo a chupar de a poco, primero unos besos, unos mimos y después me la meto en la boca) ¡pero esta vez no!, me la metí de una en la boca y se la chupaba desesperadamente, y él me empujaba la cabeza para metérmela más adentro.
    
    Hasta que veo que Martín, se tira de cabeza en mi conchita, abro las piernas lo más que puedo y me la empieza a besar, el guacho lo hacía despacio y más caliente me ponía, lo único que quería era sentir algo ¡dentro!, hasta que me empezó a meter la lengua, con todas sus fuerzas, y yo ya no podía abrir más las piernas, él ya me las había levantado para podérmela chupar mejor, ¡por favor! ¡Qué placer!, encima el otro amigo se entretenía con mis tetas, hasta que Martin me la empieza a poner, y yo decía (cuando me sacaban la pija de la boca): “siiii, ¡así! ¡Cójanme así!, y Martín, me acuerdo que me decía: “¿te gusta putita así?, ¿qué te cojamos entre todos?” (que turro sabía que me gustaba y estaba entregada), “siii, pendejo siiii, ¡cógeme así!”, me la ponía, me la sacaba jugaba con mi calentura, hasta que el amigo me empieza a acabar en la cara y en la boca y yo también acabe de nuevo, gritando, agarrando la pija que tenía en la boca hasta dejarla ¡bien limpita!
    
    Como les dije, yo ya había perdido el control, no me importaba ¡nada!
    
    El otro amigo de Martín, se acuesta y me dice así (de esto me acuerdo bien): “veni Caro, cabálgame que lo haces muy bien”, ...