1. Me cogió un hetero borracho en una licorería


    Fecha: 21/03/2018, Categorías: Gays Autor: alej97, Fuente: SexoSinTabues

    Al salir de trabajar, decidí ir con mi mejor amigo a tomarnos unas cervezas aquí en Valencia. Él me pasó buscando en su carro y cuando pasamos por una licorería le dije que nos detuviéramos. La idea era que yo comprara unas 4 cervezas e irnos enseguida, pero mientras hacía la cola para pagar estaba un chamo bello viéndome como que mucho. Como buena putica, le hice seña a mi amigo para que mejor nos tomáramos las cervezas ahí mismo. Se bajó del carro y enseguida le comenté del chamo que me estaba viendo. Mi amigo no creía que pasaría nada. — ¿Estás loco? Ese bicho es hetero, qué bolas te va a estar parando, gafo. — No me des tanto ánimo. Como nos quedamos a tomarnos las cervezas estuvimos parados todo el tiempo. Se hizo de noche y todavía estábamos en el lugar. Obviamente ya no eran 4 cervezas sino muchas más, y al rato dejé de hablar del tipo. Mi amigo y yo dejamos el tema hasta ahí y hablábamos de cualquier vaina. Pero de mi cabeza no salía el carajo que tenia rato viéndome. Él era blanco, sin mucho cuerpo, tenia gorra hacia atrás, franela negra y recuerdo que tenía un reloj. No eran bajo, de hecho, era más alto que yo. Tenía pantalones ajustados, lo cual lo hacía ver más hombrecito sexual. Lo que me intrigaba era por qué me veía tanto. Cuando llegué al lugar, normal, me vio como me pudo ver cualquier otra persona. Él estaba con dos tipos más, y una chama. Él era como el más jovencito. Después de un rato ahí, no podía dejar de observarlo; se agarraba el guebo a cada rato. El ...
    ... paquete, quiero decir. Pero se lo agarraba más de lo normal. Y era ahí cuando me veía y me veía. Al principio hasta me dio pena, no fuese a ser cosa que me fuese a decir algo. Una grosería o qué sé yo. Pero no. Y afortunadamente nos encontramos a dos panas más y mi amigo estaba hablando con ellos. Al rato, veo que el carajo va hacia al baño y yo dije: “Nada, o es ahora o nunca”. Y salí a la caza. —Voy al baño, ya vengo. —le dije a mis amigos, y casi ni lo notaron, después de todo, ya mi amigo había olvidado el tema. Cuando entré al baño, casi no había nadie. Al final del baño estaba el flaco orinando. Me vio. Me acerqué a “orinar”. Y mientras lo tenía a mi lado me estaba poniendo nervioso. Me di cuenta que tenía una cerveza en su mano. Lo vi reírse. De repente habló: —Esas curdas dan demasiadas ganas de miar, ¿cierto? *Curdas: Cervezas / Miar: orinar. —Sisa, cierto. *Sisa: sí. —Y también da parazón de guebo. —¿Tú dices? —Sisa, mano. —Bueno, sí. —Fue lo único que pude decir. ¡Lo único que pude decir! Hubo un segundo en el que supe que obvio se iba a dejar mamar el guebo. No sé cómo explicarlo, es como un sexto sentido que tenemos para saber cuando algo va a pasar o no, ¿no les pasa? /dejen comentarios/. Y lo confirmé cuando habló de nuevo: —Habla claro, que tú estás es pendiente e los tipos. ¿Eres capaz o qué? —¿Capaz de qué? —Todavía me daba el tupé de dármelas del desentendido. —De mamarlo pues —Dijo, alejándose del urinario y mostrándome el guebo, el cual casi no podía ver ...
«123»