1. La enfermera del asilo disfruta de los viejos


    Fecha: 22/03/2018, Categorías: Fetichismo Autor: pabloeresmas, Fuente: CuentoRelatos

    ... momentos.
    
    Ella saboreaba su polla con la lengua, hasta lograr ponerla a su máximo esplendor, después de esto, empezó a meterse más en la boca, embutiendo casi toda, se la sacaba y metía disfrutando de esto, después continuó por fuera, mamando los laterales del pene, después continuó con introducciones más profundas, las cuales le debían llegar a la garganta, pues teniendo en cuenta el tamaño del pene, y que se lo metía entero, el fin de este debía ser la parte más profunda de la boca, tras un rato así, y con sonrisa de estar disfrutando, ella se sacó de la boca la verga, y empezó a masturbarlo con una mano, primero lentamente, y después algo más rápido, mientras, a la vez, ella se pajeaba con la otra mano su coñito por dentro del pantalón del uniforme.
    
    Ella continuaba masturbándolo a él plácidamente con una de sus manos, disfrutando del momento que tenía, cada vez lo hacía con más violencia y rapidez, que era seguida por su otra mano, la cual también era más veloz con su coñito, se pasaba la mano de arriba abajo, refregándola en su rajita, a veces intercalaba este movimiento con la introducción de algún dedo en su vagina, su coñito estaba muy mojado, estaba muy húmedo, esto se reflejaba en su mano, la cual cada vez estaba más brillante. Bastante poco tiempo pasó, cuando el pene del viejo comenzó a latir alocadamente, deseoso de reventar, para posteriormente empezar a ...
    ... arrojar bestialmente chorros de semen, que cayeron por varios sitios, parte en el pijama del anciano, algo en el suelo y lo último a lo largo del brazo de Amanda. Mientras esto sucedía, el anciano innatamente tensó todo su cuerpo e hizo una exclamación pequeña, como un murmullo, parece que había disfrutado, aunque no se enterase de lo que pasó, había sido un sueño del que disfrutó físicamente también, después de esto, inmediatamente se relajó, prosiguiendo su sueño normal.
    
    Ella estaba muy excitada, y se empezó a masturbar alocadamente, gimiendo de placer, hasta que estalló, y se corrió, estaba súper a gusto. Tras un pequeño relajamiento, Amanda se puso a limpiar todo un poco, primero a él como podía y sin alterarlo, para después pasar a limpiar el suelo con un trapo, y antes de que ella se asease, yo me dirigí rápidamente a la oficina, para no ser descubierto. Al momento llegó ella, no le dije nada de lo sucedido, y Amanda hizo como los otros días, como si nada hubiera pasado continuamos hablando y jugando a cosas. Después de un tiempo, yo me fui, me dirigí a mi casa tras despedirme de ella, una vez que alcancé mi domicilio, corrí hacia el cuarto de baño, donde aun con el recuerdo de lo observado, me bajé los pantalones y los calzoncillos, y me masturbé pensando en ellos, sin muchas complicaciones expulsé el semen acumulado anteriormente con el numerito de mi amiga con el anciano. 
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