1. El mecánico de Cabarcos me rompe el culo.


    Fecha: 23/03/2018, Categorías: Gays Autor: chichos91, Fuente: SexoSinTabues

    ... suya. Mientras me estaba follando, con su boca, mordía mis pezones, y gritaba con lujuria y desesperación. ¡Dios que bueno estás! Como me gustas, ay que gusto, ay que gusto, como me esta gustando este culito, maricón. Arrima la boca hacia delante, que quiero morder tu boquita, me decía mientras con sus manos intentaba llevar mi cabeza hacia su boca. La verdad es que no era muy cómoda la posición en la que me encontraba, pero aquella gruesa polla, ahora me estaba dando un tremendo placer, al no parar de masajear mi próstata. Con la cabeza casi pegada a la suya, saqué la lengua para que la chupase, cosa que hizo. Se la metió a la boca, la saboreó todo lo que quiso, luego mordió mis labios, a la vez que empezaba a gritar que se corría. ¡Ahhh! Me corro, me corro ¡aaaahhh! Que gusto que gusto ¡aaahhh! ¡Dios que gusto maricón! El hijo puta se había corrido abundantemente en el fondo de mi culo, y que manera de correrse, debía llevar tiempo sin descargarse los huevos, ya que me había dejado el culo bien repleto de leche. Con la fricción de su cuerpo mientras me daba por el culo, mi polla se había descargado sobre mi vientre, por lo que ahora además del culo lleno de leche, tenía todo el vientre y pelvis, lleno de esperma, al haberme corrido. Una vez terminamos de descargar todo el semen y recuperar la respiración, nos levantamos para ir al baño a limpiarnos un poco. Después ...
    ... de habernos limpiado; el la polla la cual salió algo manchada de sangre; y no me extraña ya que el dolor que había sentido fue muy grande cuando me dio aquella punzada al meterme aquel pequeño pero grueso trabuco. Y yo haberme lavado el vientre pelvis y culo. Nos vestimos para luego llevarme él a tomar algo, para luego dejarme en la plaza de la estación de ferrocarril. Mientras estuvimos bebiendo unas cervezas en uno de los bares que había por la zona de la estación de ferrocarril, me preguntó donde vivía. Al contarle donde era, y que era muy cerca de donde él trabajaba, fue cuando se dio cuenta porque yo se le hacia conocido. Bueno ahora que ya nos conocemos, ya podemos vernos otro día, y quedar para repetir. Cuando me dejó, me dio unas palmaditas en el culo, diciendo que culito tan bueno tenía, y a la vez que metía 20 € en el bolsillo de atrás de mi pantalón. Oye, no hace falta que me des nada, yo no soy chapero, voy por gusto, y con quien me agrada. Tranquilo, no es para pagar los servicios, es para que tomes algo a mi salud. Bueno, pues que así sea, seguí andando para mi casa, pero antes de subir, fui a tomar algo a la salud de aquel mecánico que me había roto el culo aquella noche. Iba satisfecho, con el culo abierto a más no poder, y bien follado; algo roto, por el trabuco que se gastaba aquel mecánico, pero al fin y al cabo, iba bien satisfecho y bien follado. 
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