1. PRIMEROS AUXILIOS


    Fecha: 24/03/2018, Categorías: Sexo oral Autor: lib99, Fuente: RelatosEróticos

    ... cruzó la entrada con resolución.
    
    Era un envejecido pero amplio apartamento, tan habituales en la parte antigua de la ciudad, que había sido acondicionado con una estética fresca y moderna: muebles de diferente estilo componiendo una asonante armonía, posters de películas y grupos musicales en las paredes junto a alguna muestra de arte contemporáneo, escasos pero premeditados objetos de decoración, colores diferentes y contrastados para cada pared…
    
    Avanzaron por el pasillo hasta una habitación, buscando el origen de la voz. Entornaron la puerta y entraron. En medio del dormitorio un hombre joven aguardaba en pie sobre la alfombra, de espaldas y completamente desnudo. Su cuerpo, delgado y fibroso, se veía adornado por numerosos tatuajes. Al aproximarse, rodeándolo, vieron que también destacaban en diferentes puntos de su anatomía variospiercings: orejas, cejas, nariz, labios, pezones… Sin embargo eso no fue lo que atrajo la atención de ambos enfermeros. De rodillas sobre el suelo una mujer, también joven, guapa, e igualmente ornamentada con numerosos tatuajes ypiercings, mantenía su rostro pegado a la entrepierna del chico, con la polla de éste metida en su boca.
    
    –Ejem –rompió Rafa el silencio con que él y su compañera observaban desconcertados la escena–. ¿Han llamado ustedes a urgencias?
    
    –Sí –respondió el chico con un hilo de voz, evidentemente cohibido–. Hemos sido nosotros.
    
    –De acuerdo –continuó el enfermero–. Y, ¿cuál es el problema?
    
    –Pues, verá… ...
    ... estábamos practicando, eh… sexo oral y bueno… eh… resulta que el anillo que tengo en el… eh… pene… no sabemos cómo, pues… se ha enganchado con el que mi novia tiene en la lengua… Al principio, bueno, nos ha hecho gracia, pero… no podemos soltarnos. Llevamos un buen rato así.
    
    –Entiendo –acertó Rafa a contestar–. Ejem, bueno, ¿Patricia? Creo que querías encargarte personalmente de este caso, ¿no?
    
    Ella, que había permanecido callada hasta el momento, incrédula, sin saber muy bien dónde dirigir la mirada, se quedó paralizada, como fulminada por las palabras de Rafa. Cerró los ojos, inspiró profundamente y los volvió a abrir. Lanzó una mirada a su compañero que podría haberle incinerado allí mismo y a continuación fijó su atención en los jóvenes.
    
    –Claro. No será tan complicado –dijo para rebajar la tensión–. Tranquilos, seguro que con calma y paciencia lo resolvemos enseguida.
    
    Se agachó y posó su mirada en el fláccido miembro que permanecía enganchado por el frenillo a la lengua, que la chica se esforzaba por mantener fuera de su boca, al tiempo que con la mano limpiaba los hilos de saliva que de vez en cuando escapaban por sus comisuras. Patricia imaginó que, detrás de sí, Rafa la observaría realizando un serio esfuerzo por contener una sonrisa.
    
    Con evidente reparo agarro la polla con sumo cuidado, como si el simple contacto con ella fuera a contagiarle alguna innombrable enfermedad sin cura conocida –pese a haberse puesto unos guante profilácticos–, y comenzó a ...