Mi gusto por los maduros comienza así
Fecha: 25/03/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Samantha Maggie, Fuente: CuentoRelatos
... vez en que me puso muy cachonda, dejé que me dedeara. Hacía tiempo desde que un hombre me metía los dedos, así que sentir de nuevo las caricias de un chico en mi vagina, me puso súper mal, me calentó tanto, que cuando me pidió que le diera sexo oral, no lo pensé mucho y me incliné para complacerlo. Su verga estaba con una erección riquísima y me la comí toda hasta topar con sus testículos. Era la primera vez que mamaba, así que me sentía muy nerviosa. Pero al parecer, lo estaba haciendo muy bien y mi novio estaba excitadísimo, sin perderse un solo detalle de la timidez con que practicaba mi primera felación. Al notar que a René estaba encantado con lo que mis labios estaban haciendo, me animé a darle más acción al asunto y me puse a chuparle la verga en serio, “como una puta” como suelen decir. Jamás me imaginé que me fuera a gustar tanto. Mi saliva acabó escurriendo por sus huevos como mis jugos estaban inundándome las braguitas.
Estaba en eso, subiendo y bajando la cabeza como toda una profesional, cuando nos vimos interrumpidos por el ruido del zaguán, que se cerraba luego de que Manuel y Yesenia entraran al edificio.
-Buenas noches- Saludé, apenada, tratando de disimular. Mi novio y yo estábamos sentados en el suelo mientras yo chupaba su verga, así que me incorporé de su entrepierna rápidamente, esperando no haber sido vista.
-Hola, Samantha ¿Cómo estás?- Preguntó Manuel, haciéndome sufrir por tener que responderle a pesar de mi estado de ...
... excitación.
-Bien ¿Usted cómo está?- No sé por qué, pero le hablaba de usted solo porque me parecía mayor. Y como él nunca me corrigió, yo lo seguí tratando con esa innecesaria muestra de respeto.
Obviamente Manuel y su mujer se dieron cuenta de lo que estábamos haciendo René y yo. Pero para mi sorpresa, más que avergonzarme, el hecho de haber sido descubierta precisamente por el hombre al que tanto deseaba, me resultó la cosa más excitante del mundo. A partir de entonces, tuve la idea de guardar la mejor parte de mis fajes con René para cuando mi vecino llegara, con toda le intensión de exhibirme para él, y claro, también disfrutar de mi novio. Mi plan daba mejores resultados cuando mi vecino llegaba sin su esposa, porque entonces, hasta se quedaba haciéndonos la plática por un rato, como si supiera cuánto me excitaba que me sorprendiera su llegada mientras estaba con mi novio.
Una noche, René me dijo que no podía más. –Vamos a coger- Me pidió. –Mañana podríamos irnos a un hotel y así no estaríamos pasando vergüenzas con tus vecinos.
René tenía razón. Yo también me estaba cansando de la situación y mi vagina suplicaba por ser penetrada de verdad. Así que pensando rápidamente, recordé que mi mamá trabajaría doble turno ese mismo fin de semana y le propuse a mi novio que fuera a verme el sábado en la tarde. –No quiero ir a un hotel. Pero yo tampoco aguanto las ganas de coger. Podemos decirle a mi hermano que se dé una vuelta en lo que tú y yo nos desquitamos en mi cama ¿Qué te ...