-
Incesto
Fecha: 27/03/2018, Categorías: Transexuales Autor: Zaratustra, Fuente: CuentoRelatos
... que utilizar para salir de este lugar encantado que enturbia mis sentidos. Después de meditar nuestras opciones concluyo que tenemos que tenemos que darle alcance a los mochileros e implorar su ayuda. No podrán negársela a una chica buena familia vestido blanco. -Sígueme mariquita- le digo a mi hermano apresurando el paso con mis zapatos blancos nuevos. No querrás que nos alcance la noche en este maldito lugar. Camino y camino pero no logro darles alcance. Es más, ni siquiera sé si voy en la dirección correcta pero no veo ningún ser viviente de horizonte a horizonte. Sé que Fernando y yo estamos totalmente perdidos y empiezo a creer que estamos muertos y que nosotros somos nuestras almas vagando por los infiernos. Podrá ser? Se lo explico a Fernando y éste vuelve a llorar. Sé que ya no cuento con el, estoy totalmente sola en este lugar porque mi hermano ha perdido la razón. La noche está por caer y los relámpagos se asoman por el horizonte en dirección contraria a la nuestra. -Debe ser ya la media noche- le digo al mariquita. Busquemos refugio. Metros adelante nos encontramos con un acantilado que nos detiene el paso. Hay luna nueva y no sabemos qué tan profundo es pero las piedras que aventamos no se escuchan caer. -Tenemos que parar aquí y descansar- le digo a mi hermano. Pero escúchame y escúchame bien. No te quiero oír llorar ya más, me oíste? Un llanto más y te vas a arrepentir porque ya estoy cansada de ti, de tu presencia y de tu llanto, me ...
... entendiste? Fernando me contesta con un tímido si y se agazapa en mi regazo como si fuera mi bebé. Una sensación extraña interrumpe mi sueño. No entiendo bien qué es pero me mantiene inquieta aún y sin poder despertar bien del todo. Es como si un bebé se estuviera amamantando de mi pecho, hay algo que me está succionado la teta y que me causa incomodidad, morbo y asco, mucho asco. Quiero despertar pero no puedo, quiero gritar y pedir ayuda pero las palabras no salen de mi boca, si capitulo sé que nunca más voy a despertar otra vez. Me concentro y me digo que tengo que despertar pero el muerto no me deja, sé que se me subió el muerto y su pesadez puede más que yo. Me imagino al muerto sobre mi cuerpo y logro abrir los ojos y despertar sólo para ver que no es el muerto quien está sobre de mi sino mi hermano copulándome mientras trata de asfixiarme. -Bala hermanita, bala como cabra en celo mientras te falto el respeto- me dice con ojos embrujados. Quiero gritarle, insultarle, golpearlo, pero no puedo porque me está asfixiando. Sé que me quedan segundos de vida y que no puedo contrarrestar su fuerza porque es más fuerte que yo y porque me falta el aire. Lo único que se me ocurre es abrazarlo con mis piernas forzando una penetración mayor y esperar que cese en su intento de asesinarme al menos mientras alargo su placer. Pero no resulta, nada resulta, las fuerzas se me están yendo y la vida también. Sé que me quedan segundos de vida pero yo ya quiero renunciar a ellos. Escucho de ...