1. Mas allá del amanecer


    Fecha: 27/03/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: ivimenta, Fuente: RelatosEróticos

    ... evitar que me atara las muñecas (¿de dónde había sacado las ataduras?).
    
    Estaba angustiada, mi cuerpo temblaba de pies a cabeza. Entonces no pude evitar llorar.
    
    -Tranquila..-Depositó sus labios en mis mejillas y me secó las lágrimas - No te haré daño... si te portas bien...
    
    Terminó la frase en mi cuello. Podía sentir su aliento, sus besos, tan tiernos, dulces.
    
    ¿Por qué no gritaba? ¿por qué no intentaba huir? Quizás porque sabía que era inútil, quizás por curiosidad por saber qué venía a continuación o simplemente no deseaba marcharme.
    
    Se apartó de mi, y se quitó la ropa. Su cuerpo parecía esculpido por el propio Da Vinci; de líneas y músculos perfectos. Él notó esa admiración en mis ojos, y sonrió divertido, ¡no pude evitar ponerme colorada!
    
    Se arrodilló entre mis piernas, sin apartar la mirada de mi, empezó a acariciarme las piernas, bajando suave, lento, hacia mis caderas.
    
    -Llevo esperándote mucho tiempo Sara... demasiado tiempo.
    
    ¡Sabía mi nombre!
    
    Como un amante apasionado me quitó la poca ropa interior que llevaba, dejando mi sexo al descubierto. Reaccioné instintivamente intentando cerrar mis piernas, cosa que obviamente no podía porque tenía a Víctor entre ellas.
    
    Dejándose llevar, se abalanzó sobre mi y me rasgó la camiseta que llevaba a modo de pijama, dejando mis senos, mi cuerpo totalmente expuesto. ¡Me moría de vergüenza!. Quería que dejara de mirarme, que se fuera... que se quedara...
    
    Empezó a lamerme mi ya erizado pezón, mientras ...
    ... depositaba su mano en mi sexo (excitado, todo sea dicho).
    
    Era como si me conociera mejor que yo misma, me masajeaba, me tocaba allí donde más me gustaba...
    
    De repente noté sus dedos, el frío, que entraba y salía de mi. Nunca creía poder llegar a estar tan mojada y excitada.
    
    Con cada movimiento me llevaba un poco mas a la locura; no podía entregarme a esa sensación, no podía permitirme perder la poca cordura que me quedaba, porque si lo hacía, sería suya.
    
    Acercó sus labios a mi oído, sin dejar de masturbarme, me susurró:
    
    -No te resistas Sara, disfruta...
    
    Mi corazón se aceleró, desbocado, mi respiración empezó a descontrolarse peligrosamente. Estaba a punto de perder el control y él lo sabía.
    
    Se acercó a mis labios y me besó, largamente, su lengua curiosa buscando la mía. No estaba siendo el bruto y despiadado que creí, y eso me desconcertaba, me desquiciaba hasta el punto que no pude más.
    
    Un instante después estaba boca a bajo, con el culo en pompa y la cara pegada a la almohada. Sentía su mano recorriendo mi culo, entrando y saliendo de mi. Sin previo aviso lo noté, como una descarga eléctrica me penetró con fuerza, no pude evitar gritar de dolor. Con movimientos muy lentos ahora, entraba y salía.
    
    Hacía rato que había perdido la razón, era suya en cuerpo y alma, jadeaba, gemía sin importarme nada más, sin sentir otra cosa que el frío, el placer.
    
    Me agarró con fuerza, aumentando la intensidad, cada vez mas y mas rápido. Su cuerpo entero se tensó, y ...