1. Una fantasía hecha realidad


    Fecha: 27/03/2018, Categorías: Infidelidad Autor: airon, Fuente: CuentoRelatos

    ... describió una mujer que se ajustaba a los requerimientos que tenía Isabel. (Cabe decir que hice varios intentos con otras chicas, pero todo en vano).
    
    Como decía, comenzamos salir, Isabel y yo, la cortejé, hicimos el amor en varias ocasiones, en una de esas, en la que quedamos de vernos en cierto café para platicar, comencé a acariciar sus piernas bajo la mesa con mi mano, y por momentos acariciaba su vagina a lo que ella correspondía abriendo las piernas para que mis dedos llegaran a su destino, yo veía su rostro y veía como era su respiración agitada por lo que deje de hacer eso y la invite a un hotel cercano, llegamos a ese sitio, pague una habitación y una vez dentro comenzamos a besarnos, yo acariciaba sus pechos, besaba su cuello y de vez en vez me entretenía en el lóbulo de su oreja pues yo sabía que ahí se encendía fácilmente,
    
    -¡Así papacito, así, que rico!
    
    Ella me despojo de la ropa y se hincó para llevarse mi verga a su boca, dándome una buena mamada, veía como se perdía parte de mi verga en su boca, así siguió por varios minutos hasta que la tome por los hombros y la acosté boca arriba colocándome entre sus piernas y comencé a acariciar esa esplendidas piernas con mis labios y llegando a los borde de su vagina sin llegar a su clítoris, después de un minuto de recorrer esa área de su vagina y de vez en cuando chupando sus labios vaginales arremetí con mi lengua directo al clítoris, ella se revolcaba de gusto.
    
    -¡Así mi amor, que rico lo haces ...
    ... papacito!
    
    De repente sentí que llegaba su orgasmo y apure más chupándole el clítoris.
    
    -¡Me vengo mi amor, me vengooo!
    
    Y salió un chorro de su vagina el cual yo evite pero de inmediato comencé a chuparle más el clítoris y vino un segundo chorro que recibí en mi boca y lo tome todo mientras le temblaban las piernas de lo bien que se sentía con ese rico orgasmo acompañando de una rica eyaculación que tal parecía que se orinaba (esto siempre lo había buscado en una mujer, es decir una mujer que eyaculara), no la deje reponerse, de inmediato la puse de rodillas y la comencé a bombear por atrás agarrando sus caderas para hacerlo con fuerza, Isabel, gritaba de lo mucho que disfrutaba cada envestida diciéndome:
    
    -métemela hasta el fondo, que ricooo, dame más duro, mas durooo, cojéeme toda, has de mi lo que quieras amor.
    
    Posteriormente la puse en la orilla de la cama boca arriba y puse sus dos piernas sombre mis hombros y veía esa rajita que estaba súper mojada por su eyaculación y comencé a cogérmela en esa posición y era tanto el goce de Isabel que se vino por segunda vez pero esta vez fue más intensamente, mojándome todo el vientre y esto me excito tanto que me vine en un fuerte orgasmo.
    
    Ya fuera del éxtasis del momento y platicando con Isabel me pregunto si mi esposa no se había dado cuenta de lo nuestro, a lo que respondí:
    
    -Que no, pues ella trabajaba todo el día y no habría forma de que se diera cuenta.
    
    Yo había quedado de verla ese día con el firme propósito de saber ...
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