Mi suegro me hizo su esclava (II)
Fecha: 13/07/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos
... “sigues de necia rejega pinche puta estúpida, pero te voy a domar y luego serás mansita, vas a ver”.
También me ató la pierna derecha, dejándome boca abajo con los brazos y las piernas abiertas en forma de “X”; después me metió mi propia tanga en la boca y me amordazó con cinta encima de ella, dándole otra vez varias vueltas a mi cabeza con la cinta, impidiéndome gritar y dejándome a su total antojo para hacerme lo que quisiera.
Luego, ya con más calma, me desabrochó el sostén, cortó los tirantes del mismo y lo sacó, dejándome únicamente con las medias puestas. Ya estaba yo temerosa y segura de que enseguida me iba a violar, pero no fue así, al terminar su trabajo, mi suegro me dijo jadeando: “bueno puta, ya estás lista, deja que me recupere y regreso para pasar un buen rato contigo… ¡ah! Y si te preguntas donde están Martha y Valeria, no te preocupes por ellas, fueron a visitar a mi suegra, que está enferma y no regresarán en varios días, así que tenemos mucho tiempo para demostrarnos nuestro amor y gozar de mucho sexo”. Me di cuenta de que el infame viejo me tendría para él cuando menos el fin de semana, pues no tendríamos que ir a trabajar y estábamos solos en la casa él y yo. Con razón al maldito ni siquiera la había preocupado cerrar la puerta de la habitación. Comencé a llorar de desesperación.
Don José salió de la recámara y escuché como prendía el televisor de la sala, me pareció que se tomaba una cerveza o algo refrescante y unos segundos después escuché ...
... sus ronquidos provenientes de la sala.
Trataba de soltarme moviendo los brazos y las piernas, pero los nudos que él hacía eran muy difíciles de deshacer; me fue imposible lograrlo, solo me agoté intentándolo.
No supe cuánto tiempo pasó, pero lo escuché incorporarse y empecé a temblar, sus pasos se aceraron a la habitación despacio, volteé y pude verlo contra el marco de la puerta, me di cuenta de que estaba totalmente desnudo. Él se paró junto a la cama donde me tenía atada y me dijo: “¡ah puta, de verdad que estás muy buena, una puta mejor no pudo conseguir mi hijo, las otras no estaban tan sabrosas como tú; que bueno que yo te atiendo cuando él no está!”. Luego se subió a la cama y colocando su pene en la entrada de mi ano dijo: “muy bien puta, prepárate para lo bueno” y empezó a penetrarme lentamente por el culo; me dolió tanto que grité con todas mis fuerzas, pero la mordaza impidió que algo se escuchara: “¡MMMMMFFFFF, MMMMMFFFF!”. Mi suegro dijo: “esta vez será sin lubricante puta estúpida, más te valía no haberme rechazado y menos rasguñado”. Y siguió empujando, metiendo despacio su pene en mi pobre culo cerrado; yo agitaba brazos y piernas y abría y cerraba los ojos, tratando de despertar de aquella pesadilla y tratando de aguantar el dolor, pero era insoportable, sentía que me estaba metiendo un fierro caliente en mi pobre ano y me solté llorando.
Don José siguió metiéndolo hasta el fondo; una vez que me empaló totalmente, se quedó quieto y me dijo al oído: ...