1. Por amor a la familia (día cinco - parte dos): La calle


    Fecha: 31/03/2018, Categorías: Incesto Autor: lesliefer, Fuente: CuentoRelatos

    ... ayude y salí del auto, cerró la puerta, doblo el brazo y me dijo que lo tomara de él. Si alguien hubiera visto esa escena vería a un padre caminar con su hija.
    
    Caminamos por la plaza, todo el mundo estaba en sus asuntos, nadie parecía percatarse de mí, la gente me veía y volteaba nuevamente a lo suyo, nadie me veía como algo extraño, era tan normal, sin embargo yo sentía todavía esa sensación de temor, aunque poco a poco se iba desvaneciendo, pero el sentir la brisa de un lugar exterior rosando mis piernas me excitaba, era diferente a sentir el aire en el patio de la casa, aquí era el mundo, era la realidad, estaba en la calle, en una plaza, con una falda corta puesta, caminando entre la gente. Fui siendo consiente de mis sensaciones, aunque ahí habían estado siempre, ahora comenzaba a notarlas. Sentía mis muslos desnudos rosando uno contra el otro al caminar, sentía mi miembro aprisionado contra mis trasero, incluso la sensación de no sentirlo en libertad era diferente, sentía la falda que rosaba mi pierna en cada paso, el sentir el fresco solo en el tramo descubierto entre la orilla de la calceta y la falda era emocionante. Me di cuenta del sostén que me apretaba, del cabello largo en los costados de mi rostro, de los aretes rosando en él, del sabor de brillo labial, de la sensación del maquillaje, de las pestañas enchinadas y maquilladas. Todo era un mundo de sensaciones jamás antes sentidas, los aromas de las tiendas departamentales, el olor a nieve y en ocasiones ...
    ... palomitas del cine, perfumes, sonidos, etc. y todo era en público.
    
    Entramos en una zapatería, puedo recordar aun el olor de la piel mezclada con perfume y aromas de no sé cuántos lugares, mi tío se dirige hacia el dependiente, un chico de unos 25 años, y le dice: “que tal, necesito que me muestre un zapato colegial para mi hija, algo bonito” al decir eso, sentí como me apretó fuertemente la mano, como si supiera que yo trataría de escapar o mínimo reclamar algo. Se sentó en una de las sillas y me jalo hacia la otra, con fuerza, con autoridad, al sentarme, mi falda se extendió y quedo expandida alrededor de la silla, por lo tanto, podía sentir el vinil en mi trasero y piernas, quede literalmente sentada solo sobre mi ropa interior. Estaba nerviosa, mi tío me dice: “sonríe hija, vamos a comprarte zapatitos, debes estar contenta”
    
    Ya no puedo describir el cómo estaba, siempre nerviosa, emocionada, asustada, y tantos otros sentimientos que llegue a tener en tan solo unos segundos, trate de levantarme para acomodar la falda, pero en eso llego el muchacho con varias cajas de zapatos, se agacho frente a mí, inmediatamente y como si fuera algo natural, cruce mi pierna para evitar que tuviera visión por el hueco de la falda, el tomo con una mano mi pie mientras con la otra desabrochaba la correa del zapato, me lo retiro con cuidado, pero me veía constantemente a la cara, yo evitaba su mirada, pero podía sentirla, podía sentir que había descubierto mi secreto, estaba paranoica, ...
«1...345...»