Mi vida
Fecha: 01/04/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... convirtió en la chica perfecta. Morena, ojos negros, bajita y delgada. Sin un culo especialmente grande ni una talla grande de tetas, más bien era pequeñas. Pero me daba igual. Era lo último en lo que pensaba cuando estaba con ella.
Llego el verano, y decidimos quedar antes de que desapareciéramos durante un tiempo por viajes y cosas varias. Y a mí no se me ocurrió otra idea mejor que declararme.
Como era de esperar recibí unas calabazas como una catedral. Que por otra parte eran más que comprensibles. Pero que en ese momento sentí una rabia incontenible y no tuve otra respuesta más que un “Esta bien”.
Pasé todo el verano sin saber de ella, ya que viajé a la península y luego me fui de acampada. Intente olvidarla. Pero se me hacía muy difícil.
Comenzamos el curso sin muchos cambios, seguíamos sin ni siquiera mirarnos y muchos menos hablarnos. Pero no podía evitar mirar el cambio que había dado su cuerpo en esos meses. Ahora tenia unas tetas grandes y un buen culo, redondo y bastante levantado… los que apetece tocar. Cuando pasaba por delate no podía evitar no mirarla.
Un mes después de empezar las clases, me enteré por un cotilleo entre el grupo de chicas, que durante la verbena de su pueblo, había estado con un chico. Que se habían liado y le había hecho una paja. El cabreo que cogí no era ni medio normal. A partir de entonces, era como si no existiera.
Pasaron los meses, y conocí a una chica, era fantástica, amiga de la familia. Divertida, ...
... encantadora y muy guapa. Morena, bajita y con muy buen cuerpo. Pero para ser sinceros, no estaba con ella por nada más que por cariño y lo bien que lo pasábamos jugando.
Así que esa era la situación, yo con una relación con una chica que no me gustaba, la chica que me gustaba puede que estuviera con el chico de la verbena y para terminar yo no sabia si estaban o no por qué cada vez que sacaba el tema se hacía un silencio sepulcral ante mi pregunta. Era todo tan maravilloso. *
Pasaron las semanas, ya estábamos en mayo, ¿cómo había pasado tan rápido todo? Una semana más llegaba a su fin, y ya las dos horas libres se habían convertido en costumbre, pero esta vez iba a ser diferente. Hoy tocaba revisión de notas y corrección de exámenes con el director.
Nunca he entendido esto pero bueno. Al ser un colegio pequeño y religioso siempre había existido ese bueno rollo con los profesores y casi siempre nos daban una ayuda en las notas.
Nos llaman por lista, era el 16ª, me tocaba esperar. Decidí ponerme delante para cotillear un poco. Me senté en la mesa a media distancia del profesor. La misma en la que poco después Bel decidió acercase para situarse justo delante de mí. Y posteriormente le siguieron el resto, formando un semicírculo alrededor de la mesa del profesor.
Al cabo de unos minutos, supongo que, por el cansancio, decidió apoyarse en la mesa en la que yo me encontraba. Con la suerte de dejar su culo sobre la parte exterior de mi mano. Al darse cuenta, la retiro ...