1. Mezcla de sensaciones: sexo y morbo


    Fecha: 04/04/2018, Categorías: Incesto Autor: Sconvix, Fuente: CuentoRelatos

    ... hubiese querido. Fue entonces, cuando Noa creía que esa noche no iba a ocurrir nada excepcional, cuando me abalancé. Bailaba de espaldas y yo estaba totalmente erecto (otra vez) viendo cómo se contorsionaba su ebrio cuerpo cual serpiente hipnotizante. Me acerqué por detrás pegando mi caliente verga a su trasero y atrapándola entre mis largos brazos. Inmediatamente se dio cuenta y no pareció disgustarle lo más mínimo. Acto seguido subí ambas manos hasta sus pechos, los cuales apreté hasta hacerle emitir un leve gemido que terminó siendo ensordecido por la alta música. E inmediatamente después hice descender mi mano derecha hasta su entrepierna para saborear el calor de su sexo, el cual empezaría a manar delicados fluidos rápidamente.
    
    Algunos se quedaron patidifusos y consternados ante espectáculo tal. Otros muchos ni siquiera llegaron a darse cuenta. Ella se volvió y me dijo: "Mira que eres malo, muy malo", y me besó mientras apretaba fuertemente su cuerpo contra el mío, aplastando sus voluptuosos pechos y dejándose sentir mi polla pegada a su ombligo.
    
    Intentó excitarme frotando su cuerpo, cosa que me hubiera encantado pero eso no hubiera dado lugar a venganza alguna. Así que la aparté levemente (no podía hacer otra cosa dada la inmensa multitud) y volví a hundir mi mano en su entrepierna, puse mi cabeza sobre su hombre e hice como el que bailaba un lento muy pegadito. Pronto noté cómo su sinuoso cuerpo de estremecía, perdiendo el equilibrio y casi desplomándose al ...
    ... suelo, agarrándose a mí como buenamente podía y mordiendo mi oreja derecha mientras notaba su humedad en mis dedos.
    
    Cuando llegó a cierto punto álgido, no pudo evitar coger mi rostro con ambas manos, mirarme con pasión y volver a estampar sus licorosos labios en los míos. Fue entonces cuando me propuso volver a casa, que no aguantaba más.
    
    —Vámonos a casa —decía— quiero follarte hasta dejarte ciego.
    
    —No —dije tranquilamente al mismo tiempo que meneaba la cabeza— de aquí no nos movemos.
    
    Dicho esto su mirada cambió a un tono más preocupado, pero enseguida sonrió y entendió la maniobra, es una mujer extremadamente inteligente y no hace falta mostrarle demasiadas pruebas para llegar a una determinada conclusión con la mayor exactitud posible.
    
    Así fue cómo cumplí mi venganza y cómo Noa disfrutó ante la vista de algunos espabilados. Ardía en deseos de volver al piso así que no quise prologar demasiado la cosa, como es obvio.
    
    Una follada excepcional
    
    Fue una noche larga, muy larga. Follamos como posesos durante el resto de la noche. Y caímos rendidos en la cama como dos gladiadores sobre la arena del circo. Mis sueños giraban entorno a aquel día, en ellos seguíamos disfrutando de un sexo sin límites, extendiendo nuestros gemidos hacia el infinito.
    
    En uno de mis sueños me vi tumbado desnudo sobre una pradera verde, extendiéndose hasta donde alcanzaba la vista, sólo limitada por un cielo azul y despejado. Me preguntaba si yo era Adán y estaba reviviendo mi vida, como ...
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