Sexo en la vieja hidroeléctrica -6- Principios de diciembre
Fecha: 04/04/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: superrapado, Fuente: CuentoRelatos
... rural se ha acomodado plácidamente en el sofá, sus ojos han comenzado a tener un brillo especial.
-¿Por qué esa desgana?
-Que si el crimen, que si mi parecido con el asesinado, los vaivenes de la investigación, sus calzoncillos...
-¡Ah, mis calzoncillos! ¿Qué ha hecho con ellos?
El agente se sirve más licor y también al anfitrión.
-Los quemé en la estufa.
-¡Pero si eran de marca y estaban nuevos! Mi mujer me preguntó por ellos. Tuve que inventar una excusa.
-¿Se la tragó?
-Por las miradas de bruja que me dispensa desde ese día, no.
-Una mujer dura.
-Sí, lo es.
El rural se queda pensativo y de repente deshace su cómoda posición, como si en la habitación hubiera entrado su propia esposa.
-Y no sé cómo se lo va a tomar -añade.
-¿A qué se refiere?
Saca una carta del bolsillo trasero de su pantalón, junto a las esposas que cuelgan del cinto. Extrae un escrito y se lo entrega al empleado.
Éste, tras una ojeada rápida, lee en voz alta:
- “... le informamos que no es posible atender su solicitud de traslado por razones de servicio. No obstante, desde esta Comandancia se le transmite una felicitación oficial por la resolución del caso Rodrigáñez... etc.”
Los dos hombres quedan en silencio.
Se oye el crepitar de la madera consumiéndose dentro de la estufa.
-Lo siento -dice el empleado devolviendo el escrito.
El agente se sirve más licor.
-La culpa es mía.
¡Ante usted se encuentra el príncipe de los ingenuos! -y alza el ...
... vaso como si brindase a una grada- Ingenuo por creer que resolviendo el caso obtendría puntos, ingenuo por creer que esforzándome en el deber redimiría mi historial, por creer que en este cuerpo se valora la capacidad de sus agentes y no su habilidad de chuparle la polla a la superioridad...
Se bebe de golpe el licor del vaso.
-¿Su mujer lo sabe?
-¡Aún no ! -confiesa casi retorciéndose- Por eso estoy vivo todavía.
¿A qué se alegra?
-¿Por qué ?
-Por la patada que me han arreado en el culo.
El administrativo no responde.
-Si yo estuviera en su lugar, me alegraría.
-Pero yo, no.
-Pues yo, sí. Diría: jódete, poli cabrón, te creías muy listo y sólo eres un paria de mierda, hundido en un pueblo de mierda y rodeado de tarugos de mentes retorcidas. ¡Chupa destino, aguanta a tu histérica mujer y transfórmate poco a poco en un inútil, fofo y barrigón, como esos agentes a los que tanto detestas y criticas! ¡Sí, eso diría!
Acaba derrumbado sobre el sofá.
El administrativo le mira con preocupación y obedeciendo a un instinto de amistad le coge una mano.
El agente se la estrecha con fuerza.
-Siento un impulso que apenas puedo controlar de presentarme en la comandancia y emprenderla a tiros.
-Vendrá otra oportunidad, no se preocupe.
-¡Otra oportunidad! -responde asiendo con más fuerza la mano del anfitrión- No sé.
-¿Ya se ha dado por vencido? ¿Por una negativa? ¿Eso es toda su capacidad de sufrimiento? Pues vaya mierda. ¡Y pensar que me he ...