1. Estrenando


    Fecha: 10/04/2018, Categorías: Gays Autor: Daira, Fuente: CuentoRelatos

    ... culo, sin duda era el plug que hizo que mi ano se expandiera. De nuevo el cosquilleo del orgasmo aparecía y de nuevo la vibración se detenía y la palmada caía sobre mi nalga, lo que hizo que el plug se moviera y me diera otra oleada de placer. Y de nuevo, la vibración golpeando mi sexo, el placer abriéndose paso, y otra vez se detenía y una palmada en mi nalga haciéndome gemir.
    
    -Ahhh! Tengo que buscar una manera de hacerte callar- me dices, -súbete en mí, vamos a jugar al 69- me pones tu pene erecto en mi boca, -vamos chupa, preciosa, así callarás como te ordené
    
    -Abrí la boca y me dispuse a recibir mi linda verga ya gorda y jugosa.- ¡Uhm que excitante, me resulta mamártela!--Oh, Dios, que boca!- Me dices mientras te la chupo con desesperación.
    
    Durante los siguientes minutos, la vibración siguió encendiéndose y apagándose cada vez que estaba a punto de llegar al orgasmo, a la vez que mis nalgas estaban encendidas por tus nalgadas, mientras con la boca mamaba y engullía tu verga. Hasta que sentí como derramabas tu semen en mi garganta, y tanto la vibración como los golpes se detenían. Luego sacaste el vibrador y el plug de mi cuerpo. Me sentí libre pero tambien frustrada cuando mi cuerpo pudo por fin descansar, pero sin haber obtenido la recompensa de disfrutar del placer que me había proporcionado el vibrador.
    
    -Bien, te has portado muy bien,- me dijiste. Entonces me miras de nuevo y me dices -es hora de un break- y me ofreces un trago, te dejas caer en el ...
    ... sillón, exhausto pensé yo, pero en realidad apenas habíamos empezado. Ahora te voy a coger, me dijiste con tu verga ya parada de nuevo, -no puedes terminar hasta que te lo ordene
    
    -Asentí con la cabeza, la excitación aumentó cuando por mi cabeza cruzó la imagen de lo que se suponía que me harías. Lo primero que hiciste fue volver a colocar un par de pinzas en los pezones, haciendo que me mordiera los labios ante el dolor, pero soportándolo. Luego cogiste el masajeador que había sobre la cama y lo aplicaste sobre mi clítoris, el masaje empezó a hacer efecto, haciéndome estremecer. Traté de soportarlo como pude, aunque no podía evitar restregarme contra él, pues me gustaba la sensación que me producía en esa zona erógena. Cerré los ojos y por un segundo estuve a punto de dejarme ir, pero recordé tus palabras, sobre todo cuando una fuerte palmada cayó sobre mis nalgas. Tus ojos se cruzaron con los míos entonces y traté de sobreponerme, quitaste el vibrador, cuando estaba casi al borde del orgasmo y te acercaste de nuevo a la cama, vi que cogías un dildo de látex bastante grueso y diciendo: -Hay que preparar bien este culito- acercándolo, luego presionaste, gemí al sentir como me penetraba dejando caer mi cabeza hacia atrás.
    
    La sensación de plenitud era demasiado intensa y aumentó cuando empezaste a moverlo, dentro y fuera una y otra vez, lo que me hizo gemir, esta vez de placer: -que buena puta, seguro que necesitas mi verga que te llene ¿verdad? Que te dé ese placer que estas ...