Mi vecina y su familia 3ª parte - Relatos Eróticos

Mi vecina y su familia 3ª parte

Las relaciones con Eugenia y con su hija iban viento en popa, con un poco de planificación pude contentarlas y satisfacernos mutuamente hasta que un buen día me llama Eugenia toda asustada pues tenía problemas para respirar, subí a la casa y llame al médico que vino rápidamente y viendo la situación la mando hospitalizar ya en el hospital llame a su hija Isabel y allí estuvimos esperando los resultados, insuficiencia respiratoria, tendría que quedarse varios días en el hospital y la recomendación que no viviera sola pues se le podría volver a pasar y necesitaba reposo absoluto, asi que se fue a vivir una temporada con una de sus hijas. Con Isabel como venía a dar vuelta por la casa primero visitaba la mía y una vez saciada hacia la visita.

Habían pasado hasta que una noche oí ruidos extraños en la casa de Eugenia, llame a Isabel para ver si sabía algo y me dijo que era su hija la que durante una temporada viviría en la casa de su abuela, y me advirtió que no la cuidara como a su madre, a lo que le respondí si acaso no la había cuidado como se merecía y nos echamos a reír. Isabel ya tenía otra excusa para venir y de paso visitar a su hija y a su nieto, pues uno de sus novios la dejo embarazada y se largó.

Ana la nieta así se llamaba se lo monto pero que muy bien puesto que las juergas eran continuas y las broncas también, más de una vez tuvo que venir la policía, pero bueno le comente algo a Isabel y estaba preocupada porque bebía mucho, por supuesto que no le comente ...

... las juergas que se montaba la muchacha que ya no era una niña que sus 25 años ya tenía.

Una noche llego tan borracha que se confundió de casa he intento con su llave entrar en la mía, al oír como intentaban manipular me cerradura con precaución abrí de golpe la puerta allí estaba medio tumbada y balbuceando se desplomo. Así que la introduje en casa, llevaba la ropa toda empapada en alcohol y con un olor terrible, la desnude y la metí en la ducha, para nada me fije en ese momento en su cuerpo, la bañe y la acosté en la cama hasta que se le pasara la borrachera que llevaba. Cuando se despertó después unas cuantas horas apareció en el estudio donde estaba trabajando preguntando que hacia allí, la visión fue impactante, una mujer de 25 años con unos pechos redonditos unos pezones rosaditos y su coño afeitado y abultado, le dije lo que había pasado porque ella no se acordaba de nada hasta que se dio cuenta que seguía desnuda y por supuesto yo sin perderme un solo detalle, se dio la vuelta vi su culo que era tan rico como las hembras de su familia y sin darle la menor importancia se volvió a la cama porque la cabeza la estallaba,

A eso de mitad de la tarde se despertó ya más serena y me pidió un café cargado si era posible. Había puesto su ropa a lavar, así que se puso una camiseta y un pantalón deportivo mío que le había dejado en la cama, se tomó un par de tazas le conté lo que había pasado y me agradeció lo que había hecho con una sonrisa pícara me pregunto si le había ...