Cómo me volví una zorra PARTE 2
Fecha: 13/04/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: bauman18amy, Fuente: CuentoRelatos
... de las que una chica debería tener. Todos del curso de Santiago iban a mi casa para que les ‘ayudara’ un poco con la tarea de biología. Lo dudé muchísimo, claro, pero al final accedí y les di mamadas a la gran mayoría. En los recreos del colegio al ir a la tienda ellos me buscaban casi siempre para ir a los baños o la habitación de limpieza. No lo hacía gratis por supuesto, me tenían que quedar debiendo un favor, y con esas pequeñas ayuditas me fui salvando algunas veces las materias. Y otras me daban placer al pedir que me acariciaran un poco allá abajo.
Olvidé mencionar antes que un mes después, en junio, sería mi fiesta de cumpleaños, así que entre tantas chupadas tenía que elegir vestidos, colores, flores y más locuras que le pasaban a mamá por la cabeza. Cuando llegó el día de la fiesta mis hermanos mayores llegaron de sorpresa a la fiesta y me rodearon y observaron todo el tiempo así que no hubo gran cosa.
Ese día invité a todos los hombres y mujeres de mi clase y a varios de los siguientes cursos con los que hablaba. Cuando me tuve que cambiar de vestido para quedar en una falda mucho más corta noté cómo cambiaron las miradas de los chicos. Todos la pasamos muy bien pero no pasó nada fuera de lo común con mis hermanos cerca.
Dos días después Sergio, uno de mis amigos me llamó para decirme que querían hacer una fiesta común para celebrar mi cumpleaños sin hermanos sobreprotectores y trajes caros por todos lados, les dije que si y le dije a mamá que me iría a ...
... quedar en casa de una amiga. Me fui de casa vestida normal, con un jean y una camiseta de tiras. En la maleta llevaba un vestido blanco hasta el muslo que me encantaba, unos tacones negros y todo mi kit de maquillaje, me encontré con una de mis mejores amigas, Mila, en un centro comercial y allí ambas nos arreglamos para salir a la casa de la fiesta. Nos arreglamos el cabello en la primera peluquería que encontramos abierta y pedimos un taxi. El hombre no se molestó en disimular su excitación al vernos, arregló el espejo retrovisor para tener una buena vista.
Para que no se aburran lo contaré rápido: me emborracharon y me invitaron a jugar verdad o reto. Imaginen cuántas veces me encerré en un cuarto para chupársela a algún chico. En algún momento de la fiesta vi a Santiago y le sonreí, me devolvió el gesto y siguió caminando.
-Verdad-dije. El chico que estaba del otro lado me miró con una sonrisa. Tenía buena pinta, se veía muy bien y alguna vez lo había visto jugando en el equipo de básquet del colegio.
-¿Te atreves a darme una mamada aquí mismo?-preguntó sorprendiéndome. Estuve mirándolo unos segundos para saber si lo decía en serio, y no apartó la mirada de mí. Lo decía en serio, completamente.
Nunca me había considerado una chica cobarde, pero tampoco era la persona más abierta del mundo. En ese momento pensé que todas esas personas podrían hacer dos cosas: pensar que era muy valiente por aceptar, o pensar que era la más perra de las perras del colegio. Y ...