1. Penetrada por un naco en el metro


    Fecha: 14/04/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... índice en mi vagina, provocándome un orgasmo delicioso.
    
    César se dejo caer, abrazando mi cadera y con voz muy baja me dijo: Lore, perdóname, tú sabes que te amo, y que no sería capaz de engañarte, Marina entro y me tomo desprevenido, yo no quería besarla. Yo le dije con voz fría: no tengo nada que perdonarte, pero no quiero seguir siendo tu novia, merezco algo más que un hombre sin voluntad y mentiroso como tú, o me vas a decir que también te obligo a agarrarla del culo mientras la besabas. No César, estoy segura que la siguiente persona en mi vida va a ser mejor que tu. Y acomodándome la ropa me acerque a la puerta y le dije: En paz, no hay rencor, ni problema alguno, suerte, bye.
    
    Salí de allí con un suspiro. Al llegar a la puerta recordé que no llevaba coche pues creí que iba a llegar con César a mi casa. Pero obviamente no era así. Pensé en irme en taxi, pero opte por tomar el metro, no quería llegar temprano a mi casa y soportar las preguntas de mi familia.
    
    Llegue corriendo a la estación, el metro está a punto de cerrar las puertas pero me metí a la fuerza, eran las 7 de la noche y no cabía nadie mas y sin embargo empuje para poder entrar. Ya adentro quede en medio de varias personas. Me sentía triste, pero curiosamente mi vagina se sentía feliz, estaba muy húmeda aun de la saliva de César. Empecé a preocuparme de haberme metido al metro vestida así. En la siguiente estación contra toda lógica, subió más gente y me empujaron hasta quedar pegada a la pared del ...
    ... vagón. Afortunadamente la estación siguiente era de cruce y se bajo mucha gente, aunque enseguida subió por lo menos el doble. Entonces lo vi., era un tipo bajito, no muy guapo, pero muy arreglado, con una gabardina puesta. En la escuela les decíamos nacos. Este era un naco especial, como muy seguro de si mismo. Me agrado que lo empujaran hacia mí. Pero esa agradable sensación se ve rápidamente truncada por el sobresalto. Como si desde que entro supiera lo que iba a hacer, se paro frente a mi, y con el pie me abrió las piernas para colocarse en medio. Yo brinque, pero estaba un poco asustada y de cierto modo apenada, No sé porque me daba vergüenza lo que él hacía. Pero pensé que no iba a pasar más. Cual seria mi sorpresa al ver que subía las dos manos para afianzarse del tubo que estaba atrás de mí, con su gabardina, me tapaba completamente.
    
    Olía delicioso, yo seguía fascinada, él tipo era muy audaz y ni tiempo me había dado de reaccionar, todo lo hizo en 2 movimientos. La gabardina me cubría por completo porque se abría cuando el subía los brazos. Fue cuando empezó el verdadero ataque. Mientras mi él veía hacia las ventanas con una expresión de indiferencia sentí de repente su mano meterse en mi escote y sin mas comenzó a masajearme los senos. Nadie veía, y por supuesto, la cara de él no mostraba nada. Yo no sabía que decir, por un lado, él me atraía por alguna extraña razón fuera de toda realidad. Por otro lado estaba nostálgica pensando en César, aunque esos pensamientos ...