1. Penetrada por un naco en el metro


    Fecha: 14/04/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hacían palpitar más mi coñito. Me daba cuenta que me estaba manoseando con la mayor alevosía del mundo, en eso estaba pensando, cuando me soltó dos segundos para bajarse el cierre del pantalón y sacarse una enorme verga venosa y palpitante, y sin mayor preámbulo metió la mano bajo mi minúscula falda y comenzó a acariciarme por encima de mi braguita. Ahí si brinque e intente cerrar las piernas, pero el tenia toda su humanidad metida entre mis piernitas y no me pude ni mover. Entonces, me hizo a un lado mi tanguita y comenzó a masajearme el clítoris. Yo estaba más que húmeda, chorreante, por el contacto de su dedo, la situación tan morbosa me había provocado oleadas de placer. Entonces, sin mas miramientos, se agacho, puso su pene en mi entrada y... me lo hundió. UUUUUUUU, sentí delicioso su pene en mi vagina, él ni se movía, el vaivén del metro nos iba meciendo. De verdad que sentí que estaba en otra dimensión solo por tener su pene metido hasta el fondo de mi ser. Me encanto, estaba fascinada con su actitud.
    
    Hasta ese día mi experiencia sexual se había limitado a César que tenía 10 años mayor que yo, y que era el sueño de toda mujer: suave, delicado, sensible, pero también traicionero el ...
    ... cabrón. Sin embargo, este individuo era hasta cierto punto indiferente, me había penetrado sin pedir permiso, de hecho, yo lo estaba disfrutando, pero de algún modo él me había obligado y forzado. Su indiferencia no era fingida, me daba la impresión de que sólo quería penetrar algo para eyacular en él y ese algo era mi vagina que se había puesto en su camino. Me pareció tan excitante ser usada por él, me excito tanto que jodiera mi vagina que el idiota de mi ex novio había lubricado tan bien, me encanto la idea de que fuera este hombre de clase baja pero tan soberbio el que me dejara ir toda su verga en mi coño que me deje llevar... Sentía su pene en mi ensalivada vagina, sentía ese pené desconocido en mi y me daba gusto sentirme tan puta, Me imaginaba la cara del guapísimo César si me viera tan penetrada por este hombre que seguramente pensaría tan inferior a él. Me dio gusto estar empalada por una polla más grande que la de mi ex. Sin mas pudores me abracé a mi amante furtivo en el orgasmo mas profundo y vengativo que había sentido en mi vida. Él se salio dulcemente de mí y me dijo al oído: coges bien rico mi amor, ¿quieres ir conmigo a un lugar más cómodo? Yo le respondí con una sonrisa. 
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