PRIMOS MUY PRECOCES PARA NUESTRA EDAD - Relatos Eróticos

PRIMOS MUY PRECOCES PARA NUESTRA EDAD

... tienen tan mal atendidas. Y mientras tanto Sebas lleno las copas y nos entrego a cada uno la suya y dijo, lo que suceda esta noche, aquí queda entre nosotros. Ahora vamos a poner música, bajamos un poco la iluminación y empezamos a bailar hasta la madrugada aprovechando que estábamos solos. Ellas no tuvieron más opción que adherirse a la propuesta y comenzamos la fiesta. Bailábamos, los roces eróticos fueron avanzando y a la madrugada Sebas decidió apagar totalmente la iluminación y solo después de algunos minutos nuestros ojos se fueron adaptando a la penumbra gracias al reflejo de las luces de la calle. Hicimos varios intercambios al bailar, unas veces cada cual con su respectiva otras con la tía y los dos deseosos de lograr nuestra meta procuramos acariciarlas para excitarlas y pegarlas a nuestros cuerpos para que sintieran nuestras erecciones, Al comienzo no fue fácil, había cierta resistencia, pero como alguna vez dijo un amigo… Las mujeres y el cuero con alcohol ceden. De manera que al mantenerles las copas llenas, poco a poco se fue dando el resultado. Sebas fue el primero que logro quitarle la blusa a mi madre cuando ella dijo que hacía mucho calor, quedando su brasier a la vista, esto ya fue un gran avance, yo solidario me quite la camisa y Sebas también. De manera que a mi tía no le quedo otra opción cuando yo la rete para que se la quitara también. A la madrugada ya se había conseguido el objetivo de hacerles perder un poco el control y propuse nos quitáramos los ...

... pantalones y ellas las faldas, así se hizo y todos quedamos en ropa interior. La nuestra muy corriente, pero la de ellas estaba bastante sensual, de seguro era la atracción en sus aventuras. Estando en estas condiciones el roce fue más intimo y la excitación fue creciendo, mas tarde mi madre dijo… ya me vieron desnuda en los videos que mas da ahora que lo haga y se quedo solo con sus medias que se ajustaban a sus piernas y sus zapatos de tacón, se veía muy sensual y me produjo una erección terrible, Sebas la acompaño y luego seguimos mi tía y yo. La erección de Sebas y la mía estaban a la vista, en consecuencia los bailes empezaron a ser muy apasionados, respetamos el acuerdo con Sebas de que cada cual lo hiciera con su tía y el roce de nuestras pollas con la conchas de ellas comenzaron a ser permanentes y las respiraciones bastante agitadas. La música procedía de una memoria que no paraba y pasaba de uno a otro tema sin interrupción. Lo único que faltaba era lograr las penetraciones y yo fui el primero que lo hice ayudado por la mano de mi tía que me dijo al oído, no aguanto más quiero que me cojas. De reojo mire a Sebastián y a mi madre porque quería ver qué pasaba con ellos. Como mi madre es mas bajita que él, tratar de penetrarla de pie no le resultaba fácil aunque contara con la colaboración de ella pero cuando lo logro disfrute de una excitación fenomenal. A partir de ese momento nos separamos, mi tía me llevo a su habitación y Sebas se fue con mi madre a la habitación ...