1. La vida te da sorpresas


    Fecha: 19/04/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: sebata, Fuente: RelatosEróticos

    ... sentara.
    
    Ella se colocó delante mía a unos dos metros de distancia y me miraba fijamente... que guapa era.
    
    Sin parar de mirarme a los ojos empezó, más que a bailar, a contornearse y moverse de forma lenta y suave, de manera que te dejaba claro el cuerpazo que tenía. Yo estaba extasiado, esa preciosa gatita empezó a quitarse el vestido dejando entrever poco a poco lo que había debajo.
    
    Al final se quedó solo con unas medias color carne y un pequeño tanga negro a juego con el apretado sujetador que llevaba. Era una diosa de pelo negro, perfecta por donde la mirases.
    
    Colocó una silla delante mía que utilizó para tomar las más insinuantes posturas, alternando una pierna con otra en la silla se empezó a quitar las medias, a la vez que me regalaba una vista estupenda de su bonito culo.
    
    Ya sin medias, se puso de espaldas y acariciándose ella misma su trasero empezó a inclinarse para dejarme un primer plano de su culazo y de su apetecible coño que casi no tapaba el tanga.
    
    Yo tenía que tocarla y fui directamente a tocarle la raja, pero ella reaccionó me apartó la mano y me dijo que no la tocara, que la que mandaba era Sonia y lo había prohibido. La polla me dolía de dura, me palpitaba ella sola como queriéndose correr por su cuenta, me notaba los huevos duros y cargados y el corazón me iba a mil.
    
    Se dio la vuelta y se quitó el sujetador justo delante de mi cara. La hija de puta colocaba los pezones a una distancia que con solo sacar la lengua los alcanzaba, cosa ...
    ... que intenté pero que también me negó. Se apretaba las tetas y me rozaba los labios con los pezones, cosa que ya era insoportable, no se como no me explotaba la polla.
    
    Se volvió a dar la vuelta y se arrancó el tanga de un rápido tirón. Se subió al sillón de espaldas a mi, con un pié en cada reposa brazos, y posicionándose de forma sensual me puso el culazo delante de mis morros dejándome esa depilada raja de carnosos labios a tiro. Con una mano se sujetaba al sillón ya que la postura no debía de ser tan cómoda y con la otra se abría el coño y se masajeaba el clítoris a diez centímetros de mi cara.
    
    Me dijo: “Te dejo que le des besitos, pero sin lengua, ¿eh?, la lengua está prohibida guapetón”.
    
    Joder, si no me dio un infarto ese día seguro que no me da nunca.
    
    Empecé a besarle el coño dulcemente de arriba a abajo, era casi imposible controlar el no sacar la lengua y comerle la raja a esa pedazo de hembra; el dulce olor que desprendía, mezcla de perfume y de jugo de su vagina, te incitaba a lamerlo y lamerlo sin parar.
    
    Pero ojo, me dí cuenta que ella se lo estaba pasando muy bien con la situación, ya que se la notaba muy húmeda y empezaba a apretar su coño en mi boca como buscando un poco de lengua caliente que le hurgara en la raja.
    
    Bajó del sillón, se sentó como una niña buena encima mía y abrazándonos empezamos a besarnos lentamente. Si os digo la verdad el besarnos y poder acariciarla me puso más cachondo que lo anterior, la suave piel, su olor, su cara, sus ...
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