1. La vida te da sorpresas


    Fecha: 19/04/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: sebata, Fuente: RelatosEróticos

    ... labios, sus ojos, lo buenísima que estaba... de ésta tía se enamora cualquiera.
    
    Entonces Sonia salió del baño y nos fuimos a la cama.
    
    Sonia le dijo a Verónica que siguiera sus indicaciones, que ella me conocía y sabía como darme placer. Entre las dos me desnudaron y me tumbaron en la cama. Verónica al ver mi polla tan tiesa y dura le dijo a mi mujer: “Te tendrá contenta con el rabo que tiene, ¿no?”, “mucho”, le dijo mi mujer sonriendo.
    
    Bajo las ordenes de mi mujer empezaron a lamerme los pezones, cosa que me encanta, y allí se pegaron un rato, hasta que mi mujer le dijo: “ Vamos a hacer que el pobre se corra ya porque si nos lo follamos ahora no nos va a durar ni medio minuto”.
    
    Mientras mi mujer seguía lamiéndome y pellizcándome los pezones, Verónica, dándome pequeños besos fue bajando lentamente hacia mi nabo a punto de estallar, lo cogió bien fuerte con la mano y suavemente se lo introdujo en la boca apretando con sus bonitos labios pintados de carmín.
    
    Yo pensaba que mi mujer era la reina de las mamadas, pero al lado de Verónica era solo una chiquilla sin experiencia. Esa dulzura, esa lengua bien entrenada, el calor y humedad de su boca... era increíble, a veces parecía que la estabas metiendo en una empapada y dilatada vagina.
    
    No aguantaba más y avisé que en breve me iba a correr, mi mujer me miró y me dijo que me estuviera callado. Bajó y entre las dos empezaron a chupármela a dos lenguas, se centraron en mi glande y en un momento empecé a correrme como ...
    ... nunca me había corrido. Los disparos de semen casi me llegan a la cara, me salía la leche a borbotones, las dos guarras se peleaban por llenarse la boca, aunque os garantizo que hubo de sobra para las dos. Aunque tengo la polla lechera, nunca había eyaculado de esa manera tan brutal...
    
    Extasiado y con dolor de huevos me incorporé un poco y las vi morreándose intercambiando el semen que tenían en la boca que les chorreaba por las comisuras de los labios.
    
    Verónica me miró y me dijo: “Una de las reglas que ha puesto tu mujer es que no me penetrarías”, y volviendo la cara hacía Sonia le dijo: “Pero esa polla me la voy a meter digas lo que digas”, “ahora, mientras descansa tu maromo, vamos a follar tu y yo”.
    
    Sonia la miró con cara de sorpresa pero a la vez de vicio y asintió con la cabeza.
    
    Mi mujer, que yo sepa nunca ha tenido ninguna relación lésbica, pero parecía dispuesta a todo esta noche.
    
    Se limpiaron un poco y empezaron a mirarse y a acariciarse. Se besaban a la vez que mutuamente se buscaban sus tetas y sus rajas.
    
    Verónica la tumbó y se colocó encima de ella poniéndole el coño prácticamente en la boca, a la vez que se inclinaba y empezaba a comerle el coño a mi esposa. Un sesenta y nueve perfecto... ummm.
    
    Estaban como locas, se estaban comiendo las rajas y dándose un gustazo tremendo mutuamente.
    
    Verónica se contorneaba suavemente a la vez que le apretaba el coño a mi mujer en la cara, mi mujer respondía ferozmente con la lengua mientras Verónica le ...
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