Nombre de ángel: Matías
Fecha: 21/04/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Mewlen, Fuente: CuentoRelatos
... lo que me dijo me dejó algo descolocado.
- Hijo: yo conozco a esa mujer... es Ignacia Avilés, una socia en el bufete de tu padre
- Hubiera sido bueno saberlo antes, mamá, pero ahora ya no tiene caso. Susana por fin es libre, y durante el último año ha hecho lo necesario para sobrevivir sola
- ¿Y ustedes...?
- No mamá... no somos pareja
- ¿Ni nunca...?
- Nunca le he puesto un dedo encima
No le mentí: no dije nada acerca de mi boca.
- Pero hijo, ya te dije: es una chica preciosa y, claramente, está interesada en ti
- ¿Ah sí? -pregunté haciéndome el inocente-
- Claro... soy mujer, y entre nosotras eso se nota... así como soy tu madre y a ti se te nota también que ella te gusta
- Lo sé mamá, no necesitas decirle lo que ya sé, pero tienes mi palabra que no voy a tocarla hasta que cumpla los 18
- ¿O sea que si lo habías pensado?
- ¡Por supuesto, no soy de hierro!
- Mira... ya sé que estás grande, pero de todas formas te recuerdo: Una menor suelen ser problemas seguros, recuerda lo que siempre dice tu padre
- Sí, ya lo sé: Es preferible esperar un año al sol que 5 años y un día a la sombra... No te preocupes, en serio: vivimos juntos, pero no revueltos
En ese momento se abrió la puerta y Susana entró anunciándose
- Volví... si quieren puedo volver más tarde
- Ni una palabra de la grabación a ella -le dije a mi madre por lo bajo-
- No hija... pasa -dijo mi madre-... por favor discúlpame por haber sido tan borde. Mati me hizo ...
... ver lo tonta que estaba siendo... además, tampoco quiero que mi hijo me considere una antigua; simplemente no quiero que le pase nada malo a mi bebé
- No se preocupe, señor Graciela
- ¡Ay hija!, ya te dije que perdonaras a esta vieja... llámame Graciela simplemente
- Gracias
- Gracias a ti, Susana, hija
Tres "hija" seguidos... mi madre no daba puntada sin hilo... preferí guardar silencio
- ¿Y qué hay de desayunar?
- Compré café preparado, algo de leche, galletas y fruta... es lo que había tan temprano...
Mamá guardó la cena de la noche anterior en la nevera y Susana preparó el desayuno. La actitud de mamá con Susana se suavizó tanto que me sorprendió que no le diera su apellido... ni siquiera siguió insistiendo con que nos volviéramos pareja.
El beso prometido a Susana me lo cobró la noche de su cumpleaños, cuando mi madre ya se había ido a acostar. Pusimos música -sin hacer demasiado ruido- y bailamos y conversamos largo y tendido. Aquella noche le dije muchas cosas; alguna de ellas llegó a causarme dolor con el paso del tiempo, pero jamás me arrepentí. Fueron horas hermosas, mágicas inclusive. Me había incluso olvidado acerca de mi promesa cuando ella se cobró de mis palabras.
Me había abrazado por la cintura y yo había hecho lo propio. hacía horas que no hacía sino gozar de su figura y su mirada, cuando acercó sus labios a los míos. Decidida, sin asomo de duda, un asalto total de su parte hacia mí. Seguimos besándonos en la penumbra al ritmo de ...