1. Carolina sigue


    Fecha: 21/04/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... lo llamaste “Carlitos”, Jaja jaja.
    
    —Mejor ándate tía porque te vas a dar cuenta que papá tiene razón.
    
    —No seas desubicado Carlitos y vos también Caro.
    
    Y agarrándola de la mano le dijo: “¡Vamos a preparar la cena”, y se la llevó a la cocina.
    
    Mi padre me sacó el pañal y viendo que estaba todo mojado me dijo: “Parece que hoy tomaste mucho líquido, ¡Cuanto orinaste!” y luego de lavarme con un paño húmedo me tapó y me dijo que me quedaría sin pañal hasta la hora de la cena pues así evitaríamos que me paspe.
    
    Luego se fue a ayudar a mi madre y mi tía a preparar la comida.
    
    Al rato volvió y me puso el pañal y me llevó a la mesa, en donde cenamos, después de lavarme los dientes y hacerme orinar me acostó y se acostó.
    
    Cuando vino mi tía a acostarse ya tenía puesto como todas las noches, el camisón pero, a diferencia de las noches anteriores, cuando me di el beso de las buenas noches me dijo, al oído: “Sé que sos Carlos y me gustaría acostarme contigo y que cojamos toda la noche, pero debemos disimular, mañana nos desquitaremos” y se acostó en su cama.
    
    Yo me quede recaliente, pero sabía que tenía razón, por lo que, como no podía pajearme, me di vuelta y me dormí.
    
    Al otro día, mi papá me despierta, antes de irse con mamá a trabajar, y me llevó al baño, me cambia el pañal y me lleva a la mesa a desayunar. Después me lleva a la cama y me acuesta.
    
    A la media hora, más o menos, que mis padres se fueron, mi tía se levantó y se fue al baño para volver, totalmente ...
    ... en pelotas, y acostarse a mi lado.
    
    Al darse cuenta de mi pañal, me dijo, mientras me lo sacaba: “Me olvidé que tenías pañal. Eso debe ser porque aun te meas encima, jijiji”, a lo que le respondí: “Sabes que no me meo” y ella, mientras me lo acariciaba y antes de comenzar a chuparlo me dijo: “Sé que no te meas y como sé que tenés mucha leche, y que esta verga tiró mucha pensando en mí, quiero que ahora la descargues dentro mío” y sin agregar nada más comenzó a chupármela.
    
    Su cabeza subía y bajaba al tiempo que se ensartaba o sacaba mi pene de su boca.
    
    Él entraba hasta su garganta, pues sentía como su campanilla tocaba su cabeza.
    
    Ella parecía disfrutar de cada centímetro de mi pene como nunca disfrutó de ninguno, Bah eso pensaba yo, pues era la sensación que experimentaba viendo lo satisfecha y feliz que estaba.
    
    Lamentablemente no podía utilizar mis manos por lo cual le dije: “Date vuelta así hacemos un 69”.
    
    Ella sin esperar a que se lo repita lo hizo, por lo que comencé a besar su conchita, hundiéndole mi lengua hasta el fondo de su vagina.
    
    Ella pasó entonces a recorrer mi pene con su lengua, pero no contenta con ello o tal vez para darme más placer, no se detenía cuando llegaba a mis bolos sino que las recorría también a ellas, mi pirineo y luego mi ano, para luego hacer el camino inverso.
    
    Dado que me gustaba sentir lo que hacía, hice yo lo mismo y recorría con mi lengua todo el trecho que iba desde su clítoris hasta su ano y luego realizaba el camino ...
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