1. Historia del chip 008 - El concierto - Kim 005


    Fecha: 22/04/2018, Categorías: Primera Vez Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    ... noche por delante. Mucha piel por descubrir, mucha seducción.
    
    Roger fue incapaz de quedarse quieto y usó un dedo para acariciar el interior de un muslo y luego del otro. Kim se mantuvo inmóvil. Se sentía en la gloria, su cuerpo el centro de las miradas de su amante. Se hubiera quedado así toda la noche, el altavoz indicó que el concierto empezaría en diez minutos.
    
    Kim se bajó del taburete, descubriendo las nalgas. Las ocultó mediante un gesto pausado, como si tratase de alisarse la falda. Roger asintió aprobando con la mirada. Kim llevó su cuerpo hacia él, obligándole a besarla. Sus manos fueron a los senos, a la zona inferior descubierta.
    
    —Te amo, Roger. Y si lo que quieres es tenerme desnuda, me tendrás desnuda. Cuando quieras, cómo quieras y dónde quieras. Deseo hacerte feliz— le declaró, mientras Roger, incapaz de aguantarse volvió a descubrir los senos y juguetear con los pezones. Las nalgas quedaron nuevamente desenmascaradas, la vagina humedecida sin remedio, los senos hinchados. Kim era una hembra en celo, deseosa nuevamente de ser penetrada. Roger no estuvo más que un instante, sabedor de dónde se hallaban. Pero esta vez antes de bajarle el vestido, comprobó la vagina excitada de su amante. Luego le ajustó la tela por arriba y por abajo, encantado de saber a ciencia cierta que en unos instantes se subiría casi por sí sola.
    
    Ni siquiera escucharon la música. Se pasaron todo el tiempo magreándose, bailando, tocándose. Roger, —hábilmente—, había buscado un ...
    ... lugar junto al pasillo, pegado a la pared, la gente de la sala mirando al tendido. Para verlos, tendrían que volver la cabeza hacia atrás. En cuanto las luces del habitáculo se apagaron, Roger le subió el vestido y se apoderó de las tetas que contemplaban el concierto con mayor atención que los oídos de Kim.
    
    Con más sentido hacia los demás que hacia su pudor, Kim cubrió su pubis con una mano, la otra llevada hacia atrás a la nuca de Roger. Se apoyó en él y elevó la pierna izquierda, consiguiendo gravitar el tacón en la pared.
    
    Roger, -sin preámbulos-, tapó los senos con sus manos y tironeó de los pezones con tanta fuerza que Kim a punto estuvo de gritar. Y probablemente lo hubiera hecho si hubieran estado en otro espacio más íntimo. Roger no se amilanó, al contrario, pareció gustarle su reacción y prosiguió pellizcándole los pezones. La postura no era lo idónea para eso y pronto desistió.
    
    Cambiaban de posición cuando se cansaban. Kim apoyada en la pared, toda su espalda en contacto, las nalgas desnudas apretando el muro mientras se besaban. Pero volvían con relativa rapidez a la posición original. Kim tenía los pechos doloridos, los pezones ardiendo y los músculos de las pantorrillas tensos, por la falta de costumbre.
    
    No se dio cuenta, sus muslos se habían manchado del líquido vaginal que chorreaba, mezclado con el inconfundible semen. Roger la limpió con su pañuelo. Lo llevó a su nariz para olerlo y luego se lo ofreció. Kim aceptó el reto y aspiró con fuerza. El ...
«12...5678»