Vacaciones de verano
Fecha: 22/04/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... lengua no demoró en humedecer su zona, y abrir los labios mayores. Mi prima gemía de gusto, repitiendo; siiiii, dale. Apareció de pronto su clítoris, el más grande que había visto, me prendí a él hasta hacerla llegar. Chupé, succioné, lamí, hasta que mandíbula no pudo más, llevaba casi 10 minutos en esta tarea, hasta que su vagina se abrió casi por completo.
Le dije, date la vuelta y te quedas a lo perrito, tuve que poner una frazada en la mesa para que no se dañaran sus rodillas. Sus tetas colgaban como frutos, firmes y formados. Separé sus nalgas y le dije: ahora sabrás lo que es el beso negro. Me propuse meter mi lengua en aquel pequeño botón, mientras su vagina se abría más. Y así me la pasé entre su ano y su vagina por unos 20 minutos. Notaba cómo en su excitación apretaba y soltaba su esfínter, lo que me ponía cada vez más caliente. Me detuve y le dije que era hora de conocer al señor Pene.
Así que la traje de regreso a la realidad. Yo estaba en pantalón, y me lo saqué en dos tiempos. Mi pene se asomaba por sobre el slip, el que me saqué de inmediato. Me bajé el cuerito y quedó mi glande expuesto. Mi pene se veía monumental, le señalé todas las partes y me dispuse a enseñarle la manera de preparar el miembro. Ponte saliva en la palma de tu mano. Con tu otra mano tómalo firme y ahora con la otra frota la cabeza de mi pene. Ay dios que éxtasis.
Luego le enseñé a masturbar el pene. Me acordé que en el botiquín había vaselina para la partidura de labios, así que ...
... la traje en un dos por tres.
Acéitate las manos con esto y frota firme, de arriba abajo.
Mis ojos se pusieron blancos, hasta que ella me dijo que quería que la penetrara.
Espera, antes debes meterla en tu boca, hazlo muy suave, y trata de meter la mayor cantidad de pene dentro. Me puse de pie y le ofrecí mi pene a la altura de sus labios. Empieza por meter la cabeza, aprisiona con tus labios, instintivamente me empecé a mover, con lo cual metía más pene en su garganta.
Eso, acelera el ritmo, y trata de llegar hasta abajo, eso era mucho pedir, pero hizo lo que pudo. Ya le dije, vamos siéntate en el borde de la cama, abre tus piernas. Mi pene se veía descomunal al lado de su vagina abierta, pero yo sabía que sus labios cederían. Me puse vaselina y se lo coloqué enfrente de su entrada. Le dije, esto te dolerá al principio, sólo debes relajarte.
Cerró sus ojos y dijo, estoy lista. Agarrando mi pene con mi mano comencé a frotar sus labios, tratando de abrir cada vez más sus interiores, masajeaba su clítoris con mi pene, Acá voy.
Empecé a presionar, la cabeza de mi pene se perdía poco a poco, muy lentamente, ella emitía gemidos entre dolor y placer, con sus manos en mis caderas dirigía la velocidad de mi entrada, deben haber pasado 5 minutos hasta que se lo metí todo. En una sola entrada, y otros 5 en sacarlo, muy lentamente. Notaba cómo sus paredes aprisionaban mi miembro, extendiéndose hasta darle forma con mi pene.
Así fue como lo saqué por completo, y le ...