1. El Baldío y El Mirador. 8ª parte.


    Fecha: 22/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... prendas de baño y justo en mi rodilla que flexionada al frente por estar sentado en uno de los bancos altos, Jaqueline se daba a darse unos tallones en su monte de venus a manera de baile erótico, Miriam se daba un festín con su boca en mi glande el que absorbía y lengüeteaba con destreza, Perlita se daba dedito en su ranurita, pero veía todo lo que estábamos haciendo, Liliana me jalaba una mano a manera de que la tocara de su conchita que ya estaba jugosa de excitación, así que tomé a la anfitriona Jaqueline y la acomodé en la mesa de billar, me acomodé entre sus piernas y unas breves pasadas le di a su rajita rubia y comencé a introducirme en ella, su labio inferior de la boca lo apretaba con sus dientes, unos minutos le di un vaivén muy suave en su apretado estuche, hasta que sentí su lubricación mojar el tronco de mi pene a la mitad, de ahí tome a Perla y acostada con sus piernas abiertas me esperaba, la que con igual calma y cuidado le fui presionando la introducción, quien me aceptaba casi igual que Jaqueline sólo a la mitad e igual unos minutos hasta que sentí que mojaba sus breves labiecillos vaginales, de ahí pasó Liliana a la que lentamente y de pie la fui penetrando, ya que se subió a una reja de refrescos y así casi estábamos a la altura unos breves instantes y soltó una caliente lluvia dorada, la deje y Miriam ocupó el lugar vacante, así que de unos breves movimientos esta nena ya se había comido correctamente mi pene, ella ya estaba más acostumbrada que las ...
    ... demás ya que un primo, desde tiempo atrás le hacía sexo cada fin de semana, pero aun así la trataba con calma y cuidado, no dejaba de ser una preadolescente, con esta nena me entendía bien, ya que me dejaba vació por su manera de apretar mi pene, ¡era una nena muy caliente! Las otras cinco nenas que recién conocí esa mañana, dos estaban afuera y veían a través de una de las ventanas las acciones que hacíamos mis “diablillas” y yo, mientras las otras tres estaban, una muy cerca viendo como disfrutaban sus amigas de las penetraciones que les daba y las otras dos sentadas en esos bancos acojinados atentas a todo lo que se hacía en la mesa de billar, pero tocándose sus vulvitas por encima de sus trajes de baño, las escenas que observaban hacían que sus núbiles cuerpecitos se excitaran, ya que las nenas de los bancos emitían ciertos pujiditos parecidos a los gemiditos de mis “diablillas”, quienes repetían las penetraciones que les daba, una y otra vez yo cambiaba de orificios vaginales al grado de tenerlas tendidas en la mesa de billar a las cuatro, esperándome con sus piernitas abiertas para su respectivo turno, más de 40 minutos las estuve penetrando por espacios de 2 a 3 minutos a cada una, cuando sentía la necesidad de eyacular y estaba dentro de alguno de esos estuches, me salía y cambiaba de vaginita y así es que aguantaba las ganas de botar mi lácteo elixir masculino, además que no quería venirme dentro de alguna, ya que mis “diablillas” todas tenían sus periodos de una manera ...
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