Alicia 15/25
Fecha: 24/04/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues
... necesitaba ver a mi bebita, mi sed ya no soportaba la espera para beber en el manantial de su boquita. Faltaba bastante para el timbrazo de salida y me recosté contra la pared mientras observaba a un grupo de colegiales que estaban llegando para el turno de la tarde. Se formaban conjuntos separados de amigos, chicos por un lado y chicas por otro. Estaba seguro que ambos grupos se deseaban pero reían despreocupadamente, como si no les interesase el sexo opuesto. Apenas se dibujó la silueta de mi nena en la puerta salí disparado, casi tropiezo y tuve que refrenar los pasos, no podía llegar corriendo a la puerta del colegio. Salían las amigas de la mano y quería saltar encima de Alicia para abrazarla en medio de la calle, me contuve con un apretón de manos para Mary y me llevé a mi bebita de la mano a pasos agigantados. Mi cielito temía que algo grave hubiese ocurrido, apenas cerramos la puerta de casa le tomé la carita con las manos y le dí un beso tan apasionado que se le cayó la mochila sin darse cuenta. No le dejé tiempo para quitarse el uniforme, con dedos temblorosos lo desabroché y me prendí a su cuerpito. Estaba en pollerita pero sin nada arriba, a mordiscones le saqué las gomitas del pelo mientras la dejaba deslizar hacia abajo, parecía escaparse de mi apretujón pero quedó frenada sintiendo que algo apretaba su entrepierna. La carpa había crecido lo suficiente para sostenerla, aproveché para alzarla un poquito dejándola caer nuevamente, parecía que le estaba haciendo el ...
... amor con la ropa puesta. Alicia estaba encantada con mi ataque de lujuria, no me conocía en ese estado de locura. No quería ir al sillón y la llevé alzada al dormitorio grande donde caímos en la cama. Mi boca no paraba de besarla por todos lados, mi lengua se metía en su ombliguito y al instante ya estaba besando su pancita y sus pechitos. Al rato me calmé y acostándome encima de su cuerpito dejé los dedos enredarse en su pelo mientras nuestras miradas se encontraban, la besé dulcemente y le dije que la amaba con locura, que tal vez nunca se lo había dicho con palabras pero que moría por ella. Su agitada respiración evidenciaba que todas esas demostraciones habían calado hondo, a manotazos nos sacamos la ropa que quedaba y nos sentimos piel contra piel, éramos una pareja deseándonos mutuamente. Bajé a su puchita y me la comí toda, mi princesa temblaba como una hoja y apretaba sus piernitas contra mis orejas mientras se posicionaba para atraparme con su boca, quedamos en el famoso 69 sin planearlo y ahora tenía al alcance de mi lengua los dos agujeritos. Tuve que meter un dedo en ese culito mientras arremetía su tajito con la lengua hasta llevarla al clímax. Quedamos abrazados y exhaustos, mi manos acariciaban su cabecita y jugaban con su pelo, nuestros ojos se decían mil cosas mientras los labios se buscaban una y otra vez, con una paz deliciosa. Mientras comíamos lentamente, con una mano en el cubierto y la otra agarrándonos, me dijo que esa prenda rosadita que estaba sobre ...