Cogiendo con mi amiga carolina
Fecha: 26/04/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: Karina Rios, Fuente: CuentoRelatos
... sí mismo, como si fuera una coctelera. "... Y... y... ¡ahh!... y... cuan... do... se... lo... re... fre... gué... ¡¡aahh!!... ¡¡aaahhh!!... ¡qué bi... en... que... me... lo... es... tás... chu... pan... do... ne... ni... taaahh!" Abajo mío ella estaba toda mojada y lo único que subsistía con coordinación era su frenética lamida, mientras sus brazos apresaban mis enormes muslos, para aferrarse mejor a mi culo. Y eso me pudo... "¡¡¡Ay... mi ci... e... looo... me... es... tás... vol... vien... do... lo... ca... !!! ¡¡¡¡AHH... AAAHHH... AAAAAHHHH... !!!!" Y me corrí estrepitosamente, aplastándole la nariz contra mi ojete durante un momento interminable, en que ella pudo sentir las contracciones de mi acabada, hasta la última.
Cuando finalmente le saqué el culo de la cara, temiendo haberla asfixiado, pude ver su rostro, sus ojos húmedos, con expresión vidriosa, su boca jadeante. Y su vientre que continuaba vibrando espasmódicamente, en el más largo orgasmo que yo haya visto. Me quedé mirándola fascinada, mientras continuaba corriéndose y corriéndose. Sus muslos se tensaban al compás de las pulsiones de su orgasmo.
Después de unos diez minutos traté de ayudarla a pararse, se paró vacilante sobre sus pies. Y aprovechando mi mayor estatura y volumen la tomé por la cintura y le planté un beso de lengua, con mis gordos y sensuales labios, revolviéndole la lengua dentro de la boca, durante otros quince minutos, hasta que se corrió nuevamente, en mis brazos. Tuve que sostenerla ...
... sobre sus piernas temblorosas para que no se me cayera. Estaba hecha una piltrafita. Entreabriendo sus ojitos por los que asomaba una conciencia alejada, con un dejo de voz dijo: "Mierda Kari, que rico besas amor!!!!!! dejando escapar un largo suspiro.
-Claro, mi vida, claro- le dije enterrando su cara entre mis dos calientes melones, mientras le acariciaba su cabecita, mientras su boquita me daba instintivos besitos en el interior de mis tetazas. La dejé seguir un ratito y después le puse uno de mis pezones en la boca, para que lo chupara a gusto. Su lengüíta me daba un gustito muy rico y la dejé seguirme mamando. Al principio por ternura, pero luego me fui excitando y mis jadeos le dejaron saber que algo bueno me estaba pasando con sus chupadas. Y estas se volvieron más intensas y yo me quedé, como inesperada prisionera de su boquita, sintiendo en mis pezones y en la totalidad de cada una de mis tetazas, el picor de una calentura cada vez mayor. Y de pronto sentí, allá por lo bajo, que sus deditos buscaban mi clítoris, y se aferraron a él, acariciándolo con movimientos rotativos que producían una deliciosa fricción. Tan deliciosa... tan deliciosa, que así, de parada, abrí la concha y le apreté el clítoris contra sus dedos, que lo aferraron con aún más fuerza, y estrechándola contra mí, me corrí. Y los espasmos de mi apasionada corrida provocaron la suya. Y se quedó dormida en mis brazos. La llevé alzada hasta la cama. Y al verla así, tan entregada y olvidada de sí en su ...