1. Lo que no aprendes en la prepa


    Fecha: 28/04/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Pepillo, Fuente: CuentoRelatos

    ... reflejo de su cara en el espejo cerrando los ojos de placer, poniéndolos en blanco o mirándome y esbozando una sonrisa pícara. “Dame más duro”, me gritaba. Yo sólo obedecía y la embestía con más fuerza. Sus gemidos y el golpeteo de su culo contra mi cuerpo era lo único que se escuchaba. Bajó su mano y por debajo comenzó a masajearme los huevos. No pude evitar gemir y de nuevo embestirla más fuerte. La jalé hacia mí y tomé sus senos en mis manos, los apretaba y al mismo tiempo la embestía. Giró su cabeza para besarme y de nuevo se lo metí más duro, sentía sus gemidos al besarla. De pronto, se separó de mí y me sentó en la cama para besarme y al mismo tiempo jalármelo. Esta vez sus besos eran más agresivos. Con su mano libre me apretaba contra su boca. Sin dejar de jalármelo, recorrió mi cuello besándome hasta la oreja. “Échamelos en la boca”, me dijo al mismo tiempo que se arrodillaba y se metía mi pene en la boca. Lo metía y lo sacaba rápido sin dejar de jalarlo y al mismo tiempo me masajeaba los ...
    ... huevos. Me sentía en el cielo, muchas veces imaginé coger con ella y venirme en su boca y estaba a punto de hacerlo. Se lo sacaba de la boca y lo lamía de arriba abajo, lamía la punta haciendo círculos con la lengua para después volver a metérselo y jalarlo rápido y yo mientras acariciaba su cabello viendo cómo se devoraba mi miembro, tal como la había imaginado tantas veces, lujuriosa y salvaje. Empezó a jalarlo y a lamerlo más rápido y sin sacarlo de su boca, sentí mi esperma llenarla. Siguió jalando y succionando, quería hasta la última gota. Poco a poco sentí que la erección pasaba y ella bajaba el ritmo. Levantó la cabeza para verme y vi el hilo de semen que le escurría por una comisura del labio, se lo límpió con un dedo, lo metió en su boca y se lo trago todo. Se levantó, se sentó en mis piernas y me abrazó para besarme el cuello mientras yo recorría sus senos con pequeños mordiscos y besos.
    
    No sé cuánto tiempo pagamos por el cuarto pero nos quedamos así por un buen rato en completo silencio. 
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