¿Confias en mi? (2) - Relatos Eróticos

¿Confias en mi? (2)

... había sentido tan estúpido por no confiar en Jimena, y sabía que sus amigos ciertamente lo molestarían aún más. Levantando los filetes de la parrilla los dejó caer en un plato antes de cerrar la tapa y dejar que la llama se sofocara. En el patio trasero podía escuchar la risa que había adentro, esperando que el humor se hubiera levantado después de su espectáculo de celos. Antes de entrar, Jimena salió y agarró su mano antes de arrastrarlo por la esquina del departamento, donde podrían estar solos. Antes de que él pudiera hablar, sus brazos le sostuvieron la cara mientras ella se inclinaba en un beso. Fue tan inesperado que los ojos de Pedro permanecieron abiertos todo el tiempo. Cuando finalmente se retiró, él esperó a que ella se explicara. "Cariño, lo siento mucho, deje que eso sucediera. " Se mordió el labio y contuvo las lágrimas. "Te prometo que ya no jugaré ese estúpido juego. " Pudo ver lo molesta y preocupada que estaba después del estallido de ira de Pedro. "Oh, cariño", comenzó. "No". Nunca quiero que pienses que haría algo así”. Dijo mientras su voz le susurraba. "Te amo demasiado como para molestarte así". Se sorprendió por su repentino cambio de actitud, sonriendo ampliamente cuando la abrazó y le frotó la espalda. "Bebé, no te preocupes por eso, sinceramente", dijo antes de mirar a los ojos azul oscuro que tanto amaba. "Simplemente me sorprendió, eso es todo. " Apoyándose en la esquina del apartamento, todavía podía oír a sus amigas hablando y riendo. ...

... "¿Recuerdas lo que hiciste esta mañana?" Preguntó con una sonrisa mientras se limpiaba los ojos. "Sí". "¿Fue por la noche pasada?". Ella se tomó un momento mientras se sonrojaba, "Sí. Me excito mucho" Sonrió, "Te amo, Jimena. Y lo que hiciste esta mañana fue tan asombroso que haría cualquier cosa para que lo hicieras de nuevo". Admitió. Se tomó un momento para pensar antes de sonreír y sostener sus manos. "¿Me estás pidiendo que te siga molestando?" Mirando hacia otro lado, trató de esconder su sonrisa, "Bueno . sí, supongo que sí". Sé que me asusté por Samuel, pero lo juro, sé que en realidad nunca lo harías, Fue solo un juego, y no quiero que dejes de hacer lo que disfrutas" echó la mano hacia atrás y le apretó el trasero. Tomando una respiración profunda, Jimena asintió y le devolvió el apretón. "¿Realmente lo dices en serio?", Preguntó ella. "Realmente lo creo". ""¡Así que admites que te gusta! "Le dio una palmada mientras reía, “Oye, al final del día todavía te tengo, ¿verdad?", le recordó antes de inclinarse en otro beso. "Está bien, te seguiré molestando", sonó felizmente entusiasmada. "¿Prometes que no te enojarás?" "Lo prometo". Al volver a entrar, encontraron al grupo charlando como si nada hubiera sucedido. Pedro sintió el impulso de disculparse otra vez, pero como todos parecían haberlo superado, pensó que era mejor fingir que no había sucedido. "Oye, hombre, escucha, realmente lo siento", dijo nerviosamente Samuel al hablar nuevamente con Pedro. "Es genial, amigo, no hay ...