¿Confias en mi? (2) - Relatos Eróticos

¿Confias en mi? (2)

... suspiró antes de empujar hacia abajo, cada vez que ella apretaba su garganta lo apretó más fuerte. Cuando finalmente retiró la polla de Pedro, estaba cubierta de saliva espesa y viscosa. "Él me hizo su puta anoche cuando dejaste que me follara dos veces", sonrió mientras su mano desaparecía en sus bragas mojadas. Pedro había vuelto a tomar el control de su polla mientras Jimena se ponía de pie, dejando caer sus bragas para poder verla masturbarse, la saliva y la baba en su polla haciendo un lubricante perfecto. "Entonces, ¿él es tu dueño?" Jimena asintió mientras veía a Pedro darse placer con la fantasía. "¿Sabes lo que hicimos en el dormitorio?" Pedro tragó saliva mientras sacudía la cabeza. "Le dije que me volvía puta. " Mordiéndose el labio inferior mientras sonreía, vio que la mano de Pedro se aceleraba. "Oh, no digas eso", gimió sin aliento, su mano nunca se detuvo. "Dije que me excitaba mucho más que tú. "Pedro entrecerró los ojos mientras se acercaba al orgasmo. "Diablos", gimió cuando Jimena se puso a su lado, susurrándole al oído: "Voy a dejar que me folle hoy también". Su voz era suave y seductora cuando Pedro alcanzó su límite, gritando y disparando todo por el suelo. "Y vas a ver de nuevo", añadió mientras se convulsionaba, gotas tras gotas blancas aterrizando debajo de él. Después de un momento para recuperar el aliento, Jimena lo abrazó. "¿Cómo fue eso?", Bromeó con una gran sonrisa. "Jesús, Jimena", dijo con cansancio antes de reírse con ella. "Supongo que te ...

... gustan esas ideas, ¿eh?" dijo ella antes de besar su mejilla. "Eso no es justo", se rió entre dientes, "tú" Estoy usando mi polla contra mí ". "Ese es el plan ", le guiñó un ojo antes de regresar a un plato de tostadas frías. Una vez que se duchó y se vistió, Jimena y Pedro revisaron sus planes para el día. "También necesitamos carbón". Jimena dijo mientras escribía la lista. "¿Tenemos los filetes?" Se detuvo y tarareó mientras pensaba. "Supongo que sí". Pedro murmuró. "¿Cuántas personas vienen?" Preguntó Pedro mientras Jimena examinaba la lista. "Probablemente el mismo grupo de anoche, y algunos más que no pudieron venir anoche. "Pedro suspiró antes de dejar caer sus manos. "Esto ya se siente como un dolor en el culo", dijo con una mirada de aprensión. "Prometo que lo haré divertido para ti", sonrió antes de acercarse y empujar su pecho contra el suyo. "¿Ah, sí? Eso es lo que dijiste la última vez, "su ánimo se mejoró cuando sintió una mano dentro de sus pantalones. "Tendremos buena comida, algo de música, llevaré un lindo vestido", dijo ella mientras sostenía sus bolas. "-y puedes invitar a John a follarme otra vez," sonrió mientras su pene comenzaba a endurecerse. "Dios". Sus dedos rodaron por sus testículos antes de tirar de ellos y estirarlos juguetonamente. "Eres tan mala", se rió entre dientes. Sus dedos trazaron su creciente erección, "pero está bien, estoy con tigo. " Pasaron veinte minutos antes de que llegaran al súper mercado, y Jimena lo había molestado con ideas ...