1. Experiencias en El Seminario


    Fecha: 30/04/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Me llamo Leonardo. En una etapa de mi vida me llamó mucho la atención ser religioso, así que hice un pre-seminario y fui aceptado. Yo ya sabía que me atraían los hombres, pero mi decisión de ser religioso era más grande, y pensé que no iba a pasar nada. En realidad, sólo me gustaban los hombres, me la había jalado muchas veces viendo porno gay y hasta comprando revistas eróticas, pero nunca había tenido contacto físico sexual con un hombre (al menos no como el de esta vez). En fin, que una de las actividades dentro de la vida de seminario es ir a campos de misión durante la Semana Santa, y a mí me tocó estar con tres compañeros en una comunidad retirada. Para mí era un sueño que me hubiera tocado con ellos tres en particular, porque entre los tres tenían atributos que yo siempre he admirado en los hombres: Ramiro era alto, de cabello ondulado y con un par de nalgas que eran la gloria. Además, siempre usaba ropa ajustada que hacía que su culo se marcara más. Jorge era alto, moreno, y gracias a su afición por el fútbol, tenía unas piernas grandes, además de un abdomen marcado. Y por último Luis, quien era muy delgado, pero que siempre tenía una especie de “juegos entre hombres” con Ramiro. Luis era a quien se le veía un bulto más grande. Resulta que en la comunidad en la que nos tocó había que caminar mucho para llegar al lugar donde estaríamos con la gente, y de regreso nos empezamos a pelear por el baño, porque éramos cuatro y había que desocupar el baño pronto. Total que ...
    ... decidimos bañarnos juntos. Yo no podía creer que lo hubieran propuesto. Yo siempre he sido algo tímido para enseñar mi cuerpo, porque he sido gordito, así que les dije que se bañaran ellos y cuando se desocupara el baño me metía yo. Obviamente no quisieron, y entre risas y bromas, nos desvestimos. Quedamos los cuatro en bóxer. Ramiro, que era el más exhibicionista traía una mini trusa que hacía que el bulto se le notara mucho y sus nalgas no cabían en esa prenda tan pequeña. Llegó el momento en que, para lavarnos bien, tuvimos que quitarnos la ropa interior. Yo no podía creer lo que estaba viendo. Con mucha pena y sobre todo, miedo de que descubrieran que los estaba viendo, observaba aquellos miembros. No me había equivocado. Luis era quien tenía el pene más grande de los tres, pero Ramiro la tenía gorda. Jorge se veía hermoso desnudo. Entre juegos y bromas, nos enjabonamos unos a otros. Yo noté que Ramiro me veía diferente, me veía mucho y cuando me enjabonaba la espalda, su mano bajaba más. Era mi primer experiencia con hombres, y como estábamos bromeando, no le dije nada. Cuando nos fuimos a dormir, vimos que sólo había dos camas, y Ramiro de inmediato me dijo que él la compartía conmigo. Apagamos las luces y yo no podía dormir, tan sólo de pensar que tenía semejante cuerpo a mi lado. Hacía calor y dormimos en ropa interior. Ramiro usó otras mini trusas. Apenas empezaba a conciliar el sueño cuando de repente empecé a sentir el cuerpo de Ramiro demasiado cerca de mí. Se pegaba ...
«123»