Historia del chip 009 - En vela - Daphne 004
Fecha: 03/05/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... su espalda o su cabeza. O en su culo. Quería la lengua de Jennifer entre sus piernas o las manos en sus pechos. Hasta deseaba que le pellizcase los pezones, que tirase de ellos o lo que fuera. No entendía qué estaba pasando con Jennifer. Casi hubiera creído que había tenido un orgasmo. No lo creía posible, con el chip desprogramado, sin contar que sólo hubiera funcionado con el hombre asignado. Se atrevió a preguntar.
—¿Has quedado satisfecha? ¿Cómo puede ser? — le preguntó Daphne, sintiéndose estúpida.
Miraba la vagina húmeda y palpitante de Jennifer. La respuesta a la primera pregunta era obvia. Jennifer cerró un poco más las piernas mientras las levantaba, encerrando completamente la cara de Daphne entre sus muslos.
—Ha sido perfecto. Empieza de nuevo. Más lento y concienzudo. Te lo voy contando mientras. Me gusta hablar mientras juegan entre mis piernas—solicitó inequívocamente alegre.
Le pellizcó ambas nalgas fuertemente mientras se lo decía, a modo de comienzo. Daphne sintió todo el cuerpo electrificado ante el pellizco. Sus pezones se endurecieron. Le pareció que hasta la planta de sus pies estaban más sensibles. Lo que, por otra parte, no le extrañó después del día anterior.
—¿Demasiado fuerte? — inquirió Jennifer.
Daphne agradeció interés. Era la primera vez que se preocupaba por ella. Cabeceó ligeramente sin dejar de besar el clítoris de su torturadora. Necesitaba centrarse en su amante. No podía pensar en otra cosa. Jennifer prosiguió.
—Hay ...
... una técnica, -extremadamente cara-, que permite a una mujer gozar sin el chip activo. Pero necesita de un cóctel hormonal muy concreto y un sistema reproductor modificado. Yo no sé muy bien cómo funciona, pero creo que se trata de enviar las señales por los nervios después de la zona dónde el chip interrumpe la señal. Mi padre no quería pagarme la intervención, sin embargo, le convencí de que así no dependería exclusivamente de un hombre.
Daphne estaba cada vez más excitada. Cualquier contacto de las manos de Jennifer le provocaban espasmos. Una parte de su ser quería parar. Otra necesitaba imperiosamente terminar de darle placer a su amante. No se movería de allí, mientras las piernas estuvieran abiertas y las manos la tocasen levemente, no lo haría. A pesar de las consecuencias.
—Demasiado ¿verdad? Dejaré de acariciarte— avisó.
Le cogió las manos. Daphne se sintió enamorada, plenamente enamorada. Continuó su callada labor. No tardó un minuto en sentir como el clítoris de Jennifer vibraba de otra manera y exudaba una especie de líquido blanquecino. Casi sintió que era esperma. Debía de ser otra modificación.
—Saboréalo en la lengua.
Las manos volvieron a los hombros, al cuello y la nuca. Daphne vibró entera, su cuerpo sacudido. El líquido que seguro que era esperma, le resultó ambrosía. Sus labios querían besar. Se incorporó y buscó ansiosamente los labios de Jennifer.
—Uuum... Que rico. Quieres compartir el esperma. Me encanta. Sólo lo emito si estoy con una ...