1. Historia del chip 009 - En vela - Daphne 004


    Fecha: 03/05/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    ... mujer. Espera, ya es hora de que juguemos con los pezones. Vamos a pellizcarlos un poco—. Daphne creyó que se refería sólo a los de ella, así que sintió un placer indescriptible cuando Jennifer le llevó las manos a su propio pecho y le indicó que podía pellizcarlos. Obedeció, pero con recato. Admiró la dureza y la forma antes de comenzar a rodearlos con los dedos y girarlos con algo de fuerza. Mientras, los suyos habían sido comprimidos con fervor y volteados a uno y otro lado. Le dolió mucho, la excitó y también ayudó a saciarla un poco.
    
    —El dolor ayudará a calmar tu pasión. No hay otro remedio. Puedes pellizcarme más fuerte, no me dolerá. Bueno, casi nunca.
    
    Jennifer parecía muy satisfecha. Daphne no hizo caso. Sabía que eso iban a suponer más pellizcos para ella. Ya tenía bastante. Su lengua no terminaba de limpiarse y sus labios parecían seguir emitiendo miel. Besó una vez más a Jennifer incapaz de terminar la sesión de amor. Las lenguas enroscadas, intercambiando saliva. Los pechos pegados. Los pezones perforaban los senos de la otra o chocaban. Daphne lo percibía como si un bebé estuviera mamando de sus ubres. Al menos esa era la sensación que tenía. Los instintos le indicaban que era eso. Era imposible y con todo, ¿cómo negar la sensación? Bastante tenía con la lengua necesitada de la saliva de su amante o de su vagina abandona a su suerte. A pesar de todo, se sentía agradecida a Jennifer, que no realizaba más que movimientos suaves, el afecto guiando su ...
    ... voluntad. Si hubiera sido como la noche anterior ahora estaría toda dolorida. Cuando su lengua se volvió tan sensible que no pudo aguantar más la sensación de dulzor y la enervante punta de la lengua de Jennifer retiró el beso.
    
    —Ya estamos preparadas. Igual te duele un poco, sólo espero que te guste.
    
    Jennifer llevó su boca al pezón izquierdo de Daphne y empezó a sorber. El líquido surgió del pezón enhiesto de Daphne. No pensaba que pudiera ser leche. No era posible. Jennifer mamó tres o cuatro veces antes de parar. A Daphne no le dolió demasiado, aunque sintió que había acabado demasiado pronto. Tenía la sensación de que los pechos se le estaban hinchando. El cuerpo había debido estar enviando las hormonas para que fabricase la leche durante la noche.
    
    —Paciencia, H4, paciencia. Estimulemos primero el otro.
    
    Daphne se giró para ofrecer el pecho derecho y espero la succión. Su cuerpo notó la excitación de nuevo. Las oleadas sacudieron su piel. El clítoris se hinchó, la vagina se inundó. Los pezones se endurecieron con dolor. No le importó. Jennifer volvió al pezón izquierdo del que ahora salió un poco más de líquido. Como si fuera una experta, Jennifer mamó con ritmo y soltura. Cuando Jennifer terminó con las dos mamas, Daphne estaba agotada y sudorosa.
    
    —¿Quieres comprobar a que sabe? — preguntó Jennifer. Daphne apenas la entendió, pues Jennifer tenía la boca llena de líquido y las emociones no le permitían apreciar nada más. Habían sido demasiados estímulos.
    
    Asintió y ...