Historia del chip 009 - En vela - Daphne 004
Fecha: 03/05/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... lo realizó en un instante y con una sensualidad implacable. Llevó su pezón derecho a la boca de Jennifer, que hizo como que mamaba y pegaba la lengua y los labios pareciendo examinar como reaccionaba el pezón. Esta vez Daphne no se arriesgó. Dejó el pezón ahí hasta que lo sintió duro como una piedra. Había llevado una mano de Jennifer al otro pezón. Jennifer mantenía la mano quieta, era Daphne la que se acariciaba a las yemas del dedo. La otra mano de Jennifer la llevó hacia el culo y le indicó con un movimiento de caderas que lo apretase. Nada parecía saciar su sed. Supuso que Jennifer se cansaría. Daphne, por su parte, hubiera seguido así toda la noche. Cambió pezón de mano y de boca, la mano de Jennifer al culo, a la otra nalga. Se mantuvo hasta que sintió un pellizco en el pezón derecho. Estaba claro que por ahora ya estaba bien.
Increíblemente se durmió a los pocos minutos. Cuando despertó, -con su ansia de ser tocada intacta-, volvió a acariciar las piernas de Jennifer. Comprobó que no llevaba puesto su salto de cama. Estaba a los pies de su dormida amante. Lo retiró de allí con suavidad y se lo puso. Esperó a que su amante se despertase. Como el culo estaba descubierto lo acarició también, apreciando cada momento, cada caricia que daba.
Cuando Jennifer despertó, -y con Daphne ya desnuda-, llevó el dedo medio a su vagina y lo sacó y lo puso varias veces. Jennifer entendió y no paró de sacarlo y meterlo de golpe. Daphne tenía un agujerito estrecho y pequeño. La ...
... uña le molestaba, pero la humedad suavizaba todo el movimiento. Era mejor no pensar demasiado. Volvió a ofrecer su pezón. Esta vez Jennifer lo mordió varias veces antes de comerse la teta, al menos toda la porción que cabía en su boca.
La excitación salvaje duró mucho menos que la vez anterior. Daphne recordó el salto de cama y se durmió acariciando las piernas de Jennifer. El pezón derecho magullado, la vagina violada. Jennifer la despertó al rato.
—Levanta, perezosa. Tienes que correr una hora más antes de ducharte y desayunar. El mismo circuito de ayer. Ve al vestuario y te cambias. No te duches ahora. Hazlo cuando vuelvas. Tendrás tu vestido de hoy preparado al volver. Recorre el camino exactamente igual.
A Daphne le dolía todo o casi todo. Ya no quedaban efectos de las drogas o perfume cabrón. Los pechos fastidiaban doblemente, por la carrera del día anterior y por el trato que Jennifer les había otorgado. Del resto del cuerpo, mejor no hablar.
—Me duele todo, Jennifer— gimió Daphne.
—A1, ahora no soy Jennifer. No te confundas. —Le golpeó el culo con severidad. —No te quedes en el dolor. Ve a correr para estimular el cuerpo, salvo que prefieras pasar esta hora conmigo en la cama, haciéndome disfrutar.
La disyuntiva estaba clara. Daphne juntó sus labios a los de Jennifer e introdujo la lengua. Recibió un fuerte pellizco en ambos pezones. Retiró su boca, molesta consigo misma por haber caído en la trampa. Era A1, no Jennifer.
—Está bien, me voy a correr. ...