Follado en baños públicos con espectador inesperado
Fecha: 06/05/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
Esto que voy a contar, ocurrió hace ya unos cuantos años. En la ciudad que ocurrieron los acontecimientos; totalmente reales; hoy a cambiado algo, pero los que conozcan la ciudad, se darán cuenta de cuál es, y los lugares en que ocurrió.
Aquél día andaba caliente como un perro, y tenía ganas de que me follaran bien follado.
Serían las 10 de la noche, cuando me empecé a duchar, y prepararme bien, por si había suerte.
Una vez preparado, recién duchado, y con el culito bien preparado, salí de marcha al centro de la ciudad, a ver si ese día había suerte.
Después de dar una vuelta por la zona de pubs de moda; zona del Orzán; y tomar algo, como ya era algo tarde, fui paseando por los cantones, mirando de cruzar a los jardines que corren en paralelo, donde suele haber marcha. Como no me atreví; aún era algo temprano para ir por esa zona, se me ocurrió seguir a la plaza de Pontevedra.
Allí había una plaza con una cafetería, parking subterráneo, y en uno de los costados de la plaza, había unos aseos públicos.
Para ir a los aseos había que bajar unas escaleras, al llegar abajo, había 3 puertas. Aseo para niños, señoras y caballeros; entré en este último. Al entrar, a la izquierda, quedaba una pileta para lavar las manos, a la derecha, seguía el pasillo, y nada más empezar había 2 o 3 urinarios, justo en el lado derecho. Al seguir el pasillo, había 3 servicios, y al fondo y de frente, una puerta cerrada, donde guardaban los útiles para la limpieza.
Al entrar, fui ...
... hasta el último aseo, viendo que no había nadie.
En este último aseo, se me ocurrió entrar para aprovechar a mear, y así vaciar la vejiga, ya que me estaba apretando un poco.
Nada más terminar de mear, escuché entrar a alguien. Sabía que era tarde; 1 o 2 de la madrugada, realmente no recuerdo muy bien la hora; y que ese día no era de mucha afluencia de gente.
La persona que entró, al percatarse de mi presencia, siguió hasta el final, que era donde yo estaba, y con la puerta totalmente abierta. Al llegar a donde estaba, me giró por el hombro, y ver mi herramienta.
Al llegar a donde yo estaba, ya pude ver quien era; era conocido; lo conocía de ver por la zona de la Marina, concretamente en el pub Salón. Me fijé, y ya venía con la polla de fuera.
Él agarró mi polla, al cual yo respondí, agarrando la suya. Era algo más larga de la media, y lo que me llamó la atención, fue lo suave que se notaba, al tacto con mi mano.
Daba realmente gusto acariciar aquella polla, por lo suave que resultaba, y como ya he comentado, algo más larga de lo normal.
La moví haciendo una ligera masturbación, pero seguía con la boca abierta, por lo suave de aquella polla, larga y bien formada; no era gruesa, ni desproporcionada; era larga bien derechita, y nada gruesa; más bien tirando a delgada.
Empezó a desabrocharme el cinturón, siguiendo por el pantalón, mientras yo seguía acariciando aquella suave y maravillosa polla; hoy me pregunto como no se me ocurrió agacharme a chupar aquel ...