1. (4) Cuestión de bragas


    Fecha: 08/05/2018, Categorías: Microrelatos, Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos

    ... la chica que podía subir a la cama con un “hala vamos” en el culo. Y empezó el proceso sexual nuevamente. Pero esta vez el toque salvaje de antes se sustituyó por un beso apasionado que excitó a ambas.
    
    -Tu. La follada. Mueve el coño y te largas –fue directa Gabriela.
    
    -Puta… -masculló ella mientras recogía su ropa y se iba. Gabriela recibió a la nueva con dos besos y un caluroso abrazo.
    
    -Vaya, no sabía que venías hoy –admitió Gabriela.
    
    -¿Me puedes hacer un hueco?
    
    -El que haga falta. Vete desnudando. Ahora aviso a Ana.
    
    -Esto es tuyo –le pasó la concejala de 23 años un buen fajo de billetes.
    
    -Muchas gracias. En nada te recibe Ana.
    
    Gabriela se dirigió a la segunda chica que esperaba.
    
    -Tú, zorra, toma tu dinero y vuelve mañana.
    
    -¿Cómo? De eso nada. Tengo derecho a follarme a Ana.
    
    -Tienes derecho mañana. Hoy no.
    
    -¡Y una mierda! He pedido mi cita, mi hora y no pienso marcharme.
    
    -¿Te lo explico con el puño en la cara? ¡Que te largues, zorra bollera! Vente mañana por la tarde a esta hora y tendrás tu follada, ¿contenta?
    
    -Puta de mierda… -recogió su ropa y se fue muy malhumorada.
    
    -Ana, está aquí. Córrete deprisa –la avisó Gabriela.
    
    Dicho y hecho. Ana usó sus artes amatorias para arrastrar a la chica a un clímax clitoridiano que desembocó en un orgasmo descomunal que la hizo gritar.
    
    -Venga, fuera de la cama –ordenó Gabriela.
    
    Pero la chica no se podía ni mover del extremo placer recibido.
    
    -Déjala ahí unos minutos. No ...
    ... podrías moverla ni con una grúa –dio Ana un saltito y se bajó de su cama. Cuando se aproximó a la concejala ya se encontraba desnuda y estimulándose el clítoris con los dedos.
    
    -Hola, Isa –la dio Ana un morrito en los labios.
    
    -Hola, preciosa.
    
    -¿Te han visto llegar?
    
    -He tomado muchas precauciones. Nadie sabe que estoy aquí.
    
    -¿Y cómo va lo nuestro?
    
    -Ya tenemos ocho firmas. Solo quedan dos y el proyecto se aprobará.
    
    -De puta madre. Es lo que necesita Málaga. Un macrocasino donde podamos multiplicar nuestras ganancias. Vente conmigo, cariño.
    
    Juntas se subieron a la cama y empezó el intercambio de besos y gemidos. La otra chica de antes se quedó dormida en un rincón de la cama pero sin molestar.
    
    -Oye, tú, ven conmigo –le cogió Gabriela de la mano y llevó a Adrián a su cama-. Siéntate ahí.
    
    Adrián obedeció.
    
    Gabriela le cortejó con movimientos sensuales y meneo de caderas.
    
    -¿Te gusto?
    
    -Ya lo creo.
    
    Gabriela le puso el culo en la cara…
    
    -Come.
    
    … y Adrián mordió sus nalgas.
    
    -Au, me ha dolido, joder.
    
    -Lo… lo siento…
    
    -Es broma, gilipollas –rió Gabriela mientras se subía encima de sus muslos como si fuese un lap dance privado pero sin música de fondo-. Puedes tocarme. No seas nenaza.
    
    -Ups, lo siento… -Y Adrián chupó su pezón derecho.
    
    Gabriela movió su pelvis para rozar la de Adrián, notándola dura a través del pantalón.
    
    -Mmmm… ahhhhh… -abría la boca Adrián de tanta excitación.
    
    El movimiento de Gabriela con las caderas ...