1. Masaje erótico con mi mujer y una profesional


    Fecha: 09/05/2018, Categorías: Microrelatos, Autor: matoarg, Fuente: CuentoRelatos

    Hace tiempo veníamos hablando con Azul de sumar algún tipo de experiencia más favorable para mi (ya que habíamos realizado dos tríos con el mismo muchacho), por lo cual el último jueves quedamos con una profesional de la materia en masajes eróticos.
    
    Fuimos a la casa de ella, nos recibió vestida de forma muy sexy y provocativa. Antes de avanzar en los masajes, tuvimos una charla sexual muy copada y estimulante con ella, donde nos dio mucha información valiosa para poner en práctica a futuro.
    
    Antes de comenzar con los masajes ella le consultó a mi mujer donde quería que le enseñara a practicar los masajes si en la cama o la camilla, lo cual Azul prefirió en la camilla. Acto siguiente Cinthia armo todo, y me dijo que me quite la ropa y recueste boca arriba, lo cual hice casi inmediatamente. Esta situación de estar frente a dos mujeres desnudó y que ellas jueguen con mi cuerpo me provocaba mucho morbo, adrenalina y excitación.
    
    Una vez tumbado la profesional en la materia me acariciaba los cachetes de la cola y las piernas de forma intencionada mientras charlaba con Azul sin que ella se dé cuenta. Uno de sus primeros movimientos fue tocar mi cola de forma muy sensual llegando hasta el comienzo de mis testículos, le explicaba cómo debía hacer el movimiento una y otra vez. Yo a esa altura ya deseaba que agarre mi pija, pero para eso faltaba todavía. Después de cada movimiento de ella Azul replicaba el movimiento casi a la perfección, por momentos una tocaba por un lado y ...
    ... la otra por el otro, generando una sensación nueva en mi cuerpo.
    
    Otra de las enseñanzas fue en un momento ir recorriendo con su mano toda mi cola hasta con la mano agarrarme la poronga, y hacer movimientos lentos, también acariciando mis bolas, todo esto con un aceite que lo hacía más placentero, y nuevamente la hembra replica el movimiento de Cinthia.
    
    Después de varias minutos así, me doy vuelta, con todo mi cuerpo desnudó y caliente para ellas, y veo la cara de placer y picardía de Azul de verme disfrutar, era la primera vez que me veía disfrutar por otra mujer que no era ella.
    
    Cinthia se frotó las manos con aceite y fue directo a mi pito, y empezó a acariciar y jugar con el, logrando que poco a poco esté más erecto y duro, yo veía como mi esposa disfrutaba de ello, le gustaba verme gozar.
    
    Había una regla en estos masajes y era que yo no podía eyacular, tenía que disfrutar pero tenía prohibido acabar, algo casi imposible al estar con estas dos hembras manoseando.
    
    En un momento mientras ambas me tocaban intercaladamente, mi cabeza volada y fantaseaba, deseaba estar vendado y atado, era tanto el placer que estaba recibiendo que no podía quedarme quieto y en varias ocasiones tuve que pedir que hicieran una pausa para no acabar.
    
    Cin tenía una mano soñada, suave como pocas veces me tocaron pero a la vez un ritmo que me estremecía todo el cuerpo, deseaba con todo mi ser eyacular en su mano. En un momento ella me agarra una de mis manos y me hace manosear sus ...
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