1. Sólo un par de tragos


    Fecha: 09/05/2018, Categorías: Confesiones Autor: IMen4You, Fuente: CuentoRelatos

    ... encajándole las uñas y mi cadera ahora tomaba el control. Me moví de forma frenética, gimiendo de placer por lo que me provocaba. Era tan excitante el momento que no quería terminara.
    
    Me pidió cediera mis movimientos, pensé que sería todo. Se levantó de mí, dándose la vuelta y se acomodó con su cadera empinada. Sorprendido por su iniciativa y a la vez más excitado por poder mirar su trasero totalmente disponible para mí. Sin más a esperar me acomode detrás de ella, tome mi miembro y se lo hundí en un solo golpe, escuche un jadeo exquisito y comencé a moverme más y más. Mis manos se adueñaban de sus nalgas, mis dedos se encajaban entre ellas y jalaban sobre mí. Me excitaba el momento, mirar como ese par de bellas nalgas pegaban en mí, de la misma forma escuchar los gemidos que provocaba dicho momento, era algo increíble sentirme tan dentro de ella. Nuestros movimientos se hicieron más intensos, buscábamos ese choque entre ambos, mi cuerpo se recostó sobre su espalda. No dude en besársela y darle pequeñas mordidas mientras mi cadera buscaba clavar más a fondo mi miembro.
    
    Llevé mis manos sobre sus piernas, busque separarlas un poco más para que mis dedos fueran en busca de su vagina. Sin salirme de ella mis dedos comenzaron a recorrer sus labios y a la vez su clítoris. Presionaban y estimulaban de tal forma que sentí como se hinchó entre mis dedos, pude sentir como su humedad aumento y sus gemidos se hacían más fuertes. ...
    ... Rápidamente subí ambas manos a sus bellos senos, apoyándome de ellos el levante quedando sentados. Su espalda sobre mi pecho sin salirme de su sexo. Su cadera comenzó a moverse de forma tan deliciosa que me hacía gemir, mordisqueaba su hombro y a la vez subía por su oreja para dejarle oír los gemidos que provocaba con sus movimientos. Busque su mano y la obligue a cubrir su vagina, presionando para que sus dedos masajearan totalmente su clítoris. Mi miembro se hinchó dentro de su sexo, su vagina latía deliciosamente, nuestros gemidos se unieron y se intensificaron a la misma vez. Un frio recorría mi cuerpo y mi piel se erizo al sentirla totalmente mía. Su cadera no dejo de moverse hasta que no pudimos más, nuestro orgasmo llego a la par. Sentí como sus fluidos bañaban mi miembro y pude dejarle sentir como mi miembro inundaba su sexo con mis tibios fluidos. Temblábamos de placer quedándonos inmóviles. Nuestras bocas se buscaron nuevamente y un tierno beso comenzó a escucharse probando nuestros labios lentamente.
    
    Le tomé y nos recostamos cansados, sin decir una palabra, disfrutando el momento.
    
    Al poco instante se escuchó el auto de su marido llegar, con algo de prisa tomó su ropa y se la puso como pudo.
    
    Me dejo un beso y le pregunté:
    
    “¿Me volverás a invitar otro trago?”
    
    Respondió:
    
    - Esperemos una próxima pelea con mi marido, y veremos….
    
    Dedicación especial para:
    
    Mayra G
    
    Fuente de inspiración.
    
    Saludos. 
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