1. Ana y un par de policías


    Fecha: 17/07/2017, Categorías: Voyerismo Sexo con Maduras Hardcore, Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Esa noche después de cenar me encontraba muy caliente, luego de haber soportado un día bastante pesado en la oficina. Tenía muchas ganas de coger con Ana, pero no en nuestra cama.Se me ocurrió que podría llevarla a una plazoleta cercana a casa; que era bastante oscura y desolada; para disfrutar de ella entre los árboles… Así que le propuse a mi mujercita salir a caminar.Le pedí que se vistiera de manera sexy…Ana se imaginó cómo iba a terminar la cosa; así que se puso una ajustada blusa escotada que dejaba ver buena parte de sus redondas tetas y, al no llevar sostén, sus pezones erectos parecían querer romper esa delgada tela. Una minifalda de jean bastante ajustada a sus caderas, que delineaba muy bien su firme cola.Caminamos del brazo en silencio durante un buen rato, hasta que llegamos a esa plaza oscura. Yo seguía tan caliente como antes y arrastré a mi mujercita hacia ese lugar poblado e frondosos árboles. Como esperaba, el lugar estaba totalmente solitario.Empujé a Ana contra un árbol y comencé a comerle la boca.Ella también estaba excitada y me correspondió de una manera casi salvaje, Su calentura era todavía mucho mayor que la mía. En pocos segundos logré ponerla a mil; casi estaba lista para mí…Cuando sintió mis dedos rozando sus pezones endurecidos, dejó escapar un prolongado gemido. Yo sabía que su concha hambrienta ya debía estar más que empapada por la excitación…Su respiración se aceleró y noté que apretaba sus muslos, como si quisiera masajear entre ellos sus ...
    ... delicados labios vaginales con la fricción que le provocaba el rozamiento.A través de la suave tela de su blusa, comencé a lamer sus pezones erectos y mi mujercita no pudo evitar gemir de placer.Así estuvimos por varios minutos. Y habríamos seguido así toda la noche, si no hubiese sido porque… llegó la policía.Alguien seguramente les había avisado. Eran dos agentes.Nos dijeron que estábamos provocando un escándalo en la vía pública y que por ello debíamos acompañarlos.Nos hablaban a los dos, pero solo miraban a mi mujercita y a sus redondas tetas, cuyos pezones se traslucían con claridad, debido a la humedad que había dejado mi saliva.Traté de negociar con ellos, pero fue imposible. Le dije a Anita que debíamos obedecer y ella susurró a mi oído que ya no aguantaba más la calentura que la invadía…No me sorprendió ver que, en lugar de estar preocupada, estaba mucho más caliente y excitada.Hicieron subir a mi esposa en el asiento trasero del patrullero; pero a mí me ubicaron en el delantero, junto al conductor. El segundo hombre se sentó atrás junto a Ana.Volteé la cabeza para ver a mi mujer; tenía una expresión interrogante en el rostro, pero adiviné que seguía todavía muy caliente.El conductor me dijo que, si colaborábamos con ellos, todo terminará pronto y nos dejarían regresar a casa. Y sonrió.El patrullero se dirigió a una zona aún más oscura. Pude oír unos leves ruidos en el asiento trasero; pero no me atrevía a girar mi cabeza para ver qué sucedía con mi esposa…El conductor ...
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