1. Ana, mi compañera de clase


    Fecha: 14/05/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Dana Lao, Fuente: CuentoRelatos

    ... seguía la conversación de las demás. Eso me calentó muchísimo, así que cuando ella se levantó al baño la seguí y una vez dentro, la jalé del brazo para besarla. Ana besaba con mucha lengua, y generalmente eso no me gusta del todo, pero cuando te sientes caliente, supongo que eso te calienta más. Así que nos besamos y tocamos las tetas y la vagina sobre la ropa en menos de 2 minutos para no levantar sospechas de las demás, por la tardanza.
    
    Debo confesar, que lo más excitante desde el principio, era el hecho de que Ana estuviese casada con un hombre. Me producía una sensación nueva y excitante y sobre todo me hacía querer más.
    
    Este deseo aumentó una tarde en que, charlando por mensaje, ella por fin se atrevió a tocar el tema. Por fin, sin alcohol en el sistema, me confesó que a pesar de tener una buena relación con su esposo, y no estar dispuesta a incumplir el rol de esposa y madre de familia, sencillamente yo le atraía demasiado y la excitaba, al grado de que varias veces se había masturbado imaginando que eran mis dedos los que la penetraban, y que además tenía ganas de experimentar solo conmigo. Esa noche, antes de dormir, me masturbé delicioso pensando en ella y dormí con la pantaleta mojada.
    
    El fin de semana siguiente, una de mis amigas cumplió años, así que antes de las clases, fuimos a festejar en el acostumbrado bar de enfrente. Tomamos unos tragos, la plática se animó y al 15 para las 5, algunas de las chicas nos dejaron para irse a sus clases. En la mesa ...
    ... quedamos solamente Ana, Stephanie, Lynda y yo. Pedimos una ronda de cervezas más y de pronto fuimos abordadas por 3 chicos que intentaban ligarnos. Me aparté en seguida, porque no me interesaba y para mi sorpresa, Ana también lo hizo. Así que ella y yo entramos en una animada plática, en la cual de pronto, perdimos de vista a las chicas y cuando reparamos, habían salido del bar con los chicos y se habían ido al bar de junto.
    
    En el que nosotras estábamos, cada vez se llenaba más, de los alumnos de la facultad que iban saliendo a esas horas, así que cada vez el ruido y el tumulto era mayor. Bebimos una ronda más y durante esta última, nuestra plática comenzó a calentarse. Comenzamos a hablar sobre la masturbación y el cómo nos gustaba hacerlo a cada una. Además de que eso nos calentó, estábamos prácticamente a solas (sin gente que nos conociera), así que de vez en cuando nos dábamos un beso en los labios, sin mencionar que para lograr hablar con el volumen de la música, estábamos muy, muy cerca la una de la otra. Mientras esperábamos la cuenta, Ana me besó intensamente. Yo sentía el sabor a alcohol en sus besos y su manos apretaban mis piernas, como queriendo controlar sus ganas.
    
    Salimos de ahí y entramos a la facultad dispuestas a ir a nuestra única clase. Pero antes de ello, ambas coincidimos en ir al baño.
    
    Sabíamos que era un pretexto. Apenas entramos, comenzamos a besarnos y yo rápidamente hice entrar a Ana en uno de los cubículos del baño (el más grande) sin dejar de ...