Atrapado entre gigantas
Fecha: 17/05/2018,
Categorías:
Fetichismo
Autor: tupulgarcito38, Fuente: SexoSinTabues
Marcelo y Jennifer eran amigos inseparables. Desde que se habían conocido en el jardín de niños, su unión se había tornado sólida, y se había mantenido a lo largo de sus años de estudio en la educación primaria y secundaria. Al alcanzar la universidad, habían decidido cursar juntos la carrera de ciencias, con vistas a abrir algún día un laboratorio conjunto. Para Jennifer, Marcelo era más que un amigo, mucho más. Era su confidente, su hermano adoptivo, y quizás, el objeto de su afecto más profundo y puro. Con el correr de los años, había desarrollado un cariño especial por él, hasta el punto de plantearse la posibilidad de proponerle formalmente que se convirtieran en pareja. Marcelo, sin embargo, no parecía darse cuenta de todo eso. Para él, los estudios eran la máxima prioridad, y una relación sentimental estaba fuera de discusión: se distraería demasiado y pondría en peligro su alto rendimiento académico. Jennifer no ignoraba el sentir de Marcelo. Guardaba silencio ante los gritos incontenibles de su corazón por respeto a los deseos de su camarada. Sin embargo, cada día sentía más que el amor que ocultaba se apoderaba de su buen juicio. Además de la necesidad impulsiva de pasar todo el tiempo con él, ardía en su interior la flama de la inseguridad. ¿Y si se enamorara de alguien más? ¿Y si dejara de verla como su mejor amiga? ¿Y si se apartara de su lado? Tales pensamientos la aterraban. La idea de ver a Marcelo en brazos de otra mujer sacudía violentamente su alma, ...
... hasta el punto de acercarla a la locura. Antes de que se diera cuenta, su atracción hacia su amigo y confidente se había tornado en obsesión. Pertenecientes a una prestigiosa universidad aislada con campus y residencia estudiantil propios, ambos se hallaban lejos de sus respectivas familias. El padre de Jennifer era un hombre de negocios muy rico y próspero; su madre era una escritora de renombre, y sus dos hermanas habían triunfado en el mundo de la música. Su apellido, Estevánez, era considerado sinónimo de "éxito" en toda la esfera social que frecuentaba. Distinto era el caso de Marcelo. Los Hernández eran un matrimonio humilde, dedicados al oficio de la carpintería, que se habían visto claramente beneficiados por la influyente amistad de su único hijo varón con la menor de las distinguidas hermanas Estevánez. De hecho, el ingreso de Marcelo a la universidad se había producido mediante una beca, en parte gracias a su esfuerzo y dedicación, pero también merced a una pequeña presión por parte del señor Estevánez. Sin embargo, todos desconocían el grado de apego que mantenían los jóvenes. En todo caso, para Jennifer no había diferencia. Que Marcelo fuera o no un miembro de la clase alta como ella era un detalle mínimo; su deseo más ardiente era casarse con él, y nadie podría impedirlo. Ni siquiera el propio Marcelo. Un día, sucedió lo que ella había estado temiendo durante mucho tiempo: halló a su amado en brazos de otra. Los vió de lejos, abrazados y sonriendo alegremente. Fue ...