Aventuras nómadas -Parte II Aventuras por el desierto - Relatos Eróticos

Aventuras nómadas -Parte II Aventuras por el desierto

... idiota… mis hermanos ¿tienes por ahí más hijos? -Beni- aaaaa, que gustito… pues no lo sé… aaaaaa… no lo creo… dios que buena corrida nos hemos pegado los dos… tráeme un poco de agua, tengo el sabor de tu leche por toda la boca y un poco de papel Volvieron al coche y Leo se volvió a quedar dormido por una hora más. Beni le miraba, esperaba penar que su hijo no lo terminara odiando por todo lo que estaba ocurriendo, acerco su mano a su mejilla, que este al sentirla se despertó con una sonrisa hacia su padre, allí Beni vio que el chico estaba a gusto con él. -Leo- ¿falta mucho? dios no hay nada de nada -Beni- la mitad del viaje… vamos a un pequeño pueblo no más de mil habitantes, allí descansaremos y mañana saldremos temprano… ¿quieres conducir? -Leo- ¿me dejas? ser un poco Así que Leo cogió el volante y vio su padre que se le daba bastante bien. Así que el descanso un poco del volante. -Leo- no lo hago tan mal ¿no? oye, después de aquí a donde vamos -Beni- a Kenia, iremos a pasar unos días en una tribu, allá, tengo que hacer unas fotos y un reportaje… -Leo- te lo has montado con esos… -Beni- si… cuando a ti te pidan sexo, nunca digas que no, les puedes ofender mucho, lo mismo si es un niño, niña… da igual, pero nunca penetres a una niña por el coño y a un niño menor de diez años… tengo una cosa que escribí, te lo daré, lo tengo en el ordenador… y otra cosa, se trata de tu culo… -Leo- no, papa, mi culo no… eso sí que no… -Beni- veras, yo lo puedo entender, pero esa gente no y ...

... cuando vean a un chico como tú, blanquito, lindo, con un culin riquísimo, pues querrán cogértelo y tú no te puedes negar, si estoy yo, puedo ayudarte, pero si no, te pasara como ayer -Leo- ¡joder papa! mi culo no… dios ¿y qué hago? –el chico miro a su padre- no tu no… papa, no… paso de cométela, pero eso no ¿qué me quieres dar por el culo? -Beni- piensa en lo que te he dicho… no pasa nada y da placer de verdad… por ahora deja pasar el tiempo y punto y disfruta del sexo, que para eso es, para disfrutar… y si ves que esto no es para ti, me lo dices y te vas a Irlanda… Leo no dijo nada y continuo conduciendo, pensaba en lo que su padre le decía, para el aquello no era más que algo normal, el sexo era como dormir, pensó que aquello su padre también lo había tenido que asimilar y mientras conducía el patrol a lado de su padre se sintió libre, se sentía libre fuera de ataduras de la vida, allí podía comprender a su padre, que le gustaba la libertad y vivir en el mundo respetando las distintas culturas que había en el planeta y que él solo conocía la suya. -Leo- papa, te quiero –le dijo mirándole- quiero aprender de tu vida, ahora entiendo algo o puedo entenderlo, que te gusta la libertad y por eso vives así… intentare ser como tú y aprender y espero que tengas mucha paciencia -Beni- ¿y tú chica? -Leo- ¿mi chica? se abra buscado a otro… ¿digo yo? -Beni- ¿ya te la tiraste? -Leo- no… ya la tenía medio convecida, pero era algo estrecha -Beni- ¿estrecha? Eso lo dicen todas… ¿Cuántos años ...